La arriada que devolvió al mar a "Lonquimay" desde el puerto
Fue la primera maniobra de varado y desvarado de una embarcación en Talcahuano Terminal Portuario (TTP) que reducirá los costos de los pescadores artesanales, quienes antes viajaban a otras regiones para llevar el proceso a cabo.
Hasta principios de marzo de este año, los pescadores artesanales de Talcahuano no tenían ninguna opción de reparar sus embarcaciones en el puerto chorero y, en algunos casos, tenían que viajar a otras regiones.
Sin embargo todo cambió desde este miércoles, ya que se estampó el inicio de una nueva etapa con la primera arriada en Talcahuano Terminal Portuario (TTP), es decir, el primer varado y desvarado, que incluyó la mantención del barco. El servicio está disponible para estructuras que no sobrepasen los 18 metros de eslora.
El Lonquimay fue la primera embarcación que completó el procedimiento y que tenía muy entusiasmados a quienes trabajaron para que la operación fuera exitosa y no fallar ante los ojos de la autoridad marítima que otorgó la autorización para las maniobras, después de mucho tiempo.
Todos ganan
El armador de Lonquimay es Alejandro Macaya, quien agradeció la posibilidad de reparar su barco en su ciudad.
"Antes tenía que viajar a la región del Maule, a Valdivia o a Lebu, que era lo más cerca. Como dirigentes pedimos hace mucho tiempo que Talcahuano tuviera este servicio", señaló Macaya.
En ese sentido, destacó el ahorro que significará el reparar los barcos en suelo chorero. "Como mínimo, el costo aumentaba un 30 por ciento si tenías que ir a otra región. Hay que pagar el viaje y la estadía de la tripulación, más la mano de obra que se utilice en esa ciudad", firmó.
El Lonquimay se construyó en San Antonio en 2007 y fue en honor a la comuna de la región de la Araucanía y a su volcán.
"En esto seremos los pioneros y va a ser sustentable económicamente para todo el puerto. Hay 400 embarcaciones que necesitarán este servicio", aseguró.
Respecto al método que se utiliza para desvarar el barco, Macaya dijo que "se utiliza una grúa y unas fajas para sujetarlo. En San Antonio se realiza de la misma manera y en otros lados usan carros. El sistema es rápido y no provocó daños a la estructura. Estamos conformes con el trabajo realizado".
Su tranquilidad se basa en el avance que significará para la economía de la ciudad. "Siempre se habló de que Talcahuano es el primer puerto industrial y pesquero, pero no podíamos reparar nuestras propias embarcaciones. Esto va a dar mucho movimiento a nivel comercial y de maestranzas, por ejemplo", argumentó Macaya".
Finalmente, el armador agradeció "las gestiones que se realizaron durante muchos meses con TTP y las autoridades marítimas. En este caso, destaco a dirigentes como Armando Muñoz y al capitán de puerto, ya que es el primero de ellos que nos dio apoyo.".
Verificar el éxito
Víctor Caamaño es buzo de la empresa Cames. Trabaja en el rubro hace 15 años y fue el encargado de verificar el éxito de la operación.
"El frío es nuestro enemigo principal, sobre todo en estas aguas, pero nos ha tocado participar en varios procedimientos similares y nunca hemos tenido problemas", dijo.
Respecto a la labor que le tocó realizar, señaló que "fue una inspección visual del casco tras el movimiento que se llevó a cabo. Había que verificar que las fajas no se enredaran y que llegara en buenas condiciones".
Al ser la primera vez que se realiza esta maniobra en el TTP, había una presión para todos. "Estábamos bajo el ojo de la autoridad marítima que dio la autorización y no podíamos fallar. Lo más importante era no tener ningún incidente o accidente, por eso estamos muy felices por ser un aporte", dijo.
Finalmente, Caamaño destacó que "hubo una planificación en la que estuvimos todos involucrados. Unificamos criterios y así se pudo llegar a buen puerto".
Significado
Raúl Ojeda es el gerente de operaciones de Talcahuano Terminal Portuario (TTP) y destacó la importancia del debut de un nuevo servicio. "La autorización del servicio de varadero para embarcaciones menores la obtuvimos en diciembre de 2018. Esto es vital para la ciudad porque los barcos de los pescadores artesanales deben tener su certificación para navegar y para eso se necesita la mantención", señaló.
Ojeda también se refirió a los costos del servicio que dará más recursos a TTP. "El varado y desvarado de los barcos cuesta US$3.800 ($2 millones 500 mil aproximadamente) y la mantención cuesta 50 centavos por metro cuadrado", indicó.
Para los procedimientos en general, Ojeda señaló que hay tres tipos de trabajadores. "Están los tripulantes de la propia embarcación, quienes asean el casco y quitan los productos del mar que están adheridos, más dos empresas especializadas. Una de ellas se dedica a la limpieza a través de granallas y otra al pintado".
Agregó que "en el caso del Lonquimay, se utilizaron unas fajas que soportan 60 toneladas, las que pasan por debajo y después se realiza el traslado".
Por su parte, el gerente general de TTP, Pablo Passeron deseó que "ojalá que esta maniobra sea la primera de muchas. Nos costó un poco obtener el permiso de la autoridad marítima. Cumplimos la normativa y ya hay muchos clientes que quieren reparar sus naves acá".
"Queremos apuntar a naves más grandes y esperamos tener noticias pronto para aumentar la oferta. Para nosotros será una nueva fuente de ingresos y un ahorro a los clientes que tenían que ir a San Antonio o Valdivia. Es una nueva alternativa", agregó.
Por último, Passeron se refirió a los desafíos del terminal portuario. "Queremos activar nuevamente el depósito de contenedores además del posible arribo de nuevos buques a la zona", finalizó el gerente general.
"El sistema es rápido y no provocó daños a la embarcación".
Alejandro Macaya,, armador"
"Estábamos bajo el ojo de la autoridad marítima y no podíamos fallar. Estamos felices".
Víctor Caamaño,
buzo."