Penquista emprende junto a su familia con panadería japonesa
Cuando su hijo llegó desde el país del sol naciente contándole sobre su idea de abrir una panadería orientada a la comida japonesa, Irene le apoyó incondicionalmente. Hoy "Tokyo Bakery" es reconocida por su innovadora propuesta.
A npan, nekopan, butapan. Sus nombres serán difíciles de reconocer pero luego de probarlos no se olvidarán. Son los deliciosos productos que venden en Tokyo Bakery, una tienda que llega a innovar en Concepción, con su propuesta de dulces japoneses.
Irene Fuentes es la administradora de esta curiosa panadería que se encuentra en Cochrane, entre Angol y Salas. Al entrar los aromas dulces envuelven a sus clientes y es imposible decidir rápido cual de todos los panes quieres probar primero.
"En este momento soy la administradora del local. Estoy pendiente de la panadería y organizo el reparto", sostiene Irene.
"Estamos aquí en el local desde hace como un año y medio. Mi hijo, que estudió gastronomía internacional, tuvo la idea y yo lo apoyé", explica.
Diferencias
Los panes que se preparan tienen formas y colores, siendo eso lo que más llama la atención de la clientela. Pero la administradora de Tokyo Bakery cuenta que no solo son diferentes en el exterior, sino que su forma de preparar es totalmente diferente. Cada pan está hecho con una masa madre que no tiene grasa y es completamente natural.
"Lo único que contiene algo de grasa es la mantequilla y los recubiertos, pero todo lo demás es saludable y hecho solo con ingredientes naturales", explica. Agrega que el efecto que causa en las personas también es diferente. Relata que muchos compradores dicen que el pan normal les causa acidez, pero esto no les sucede con los que les compran a ellos.
"La gente se está dando cuenta de la diferencia de los sabores, lo distinto de las texturas entre nuestros panes y el pan normal", expresa. Aparte de los panes japoneses, han comenzado a trabajar otros productos como miel, mermeladas, e incluso jugos que traen desde Japón.
Inicios
El hijo de Irene, Rodolfo, fue quien inició la idea de Tokyo Bakery. Gracias a sus conocimientos en gastronomía, tuvo la idea de hacer una panadería orientada al estilo de dulces japoneses.
"Mi hijo viajó a Japón y le gustó mucho la cocina de allá, principalmente los dulces. Me dijo que quería iniciar algo en Concepción, porque no veía algo similar aquí, y yo lo apoyé", dice la administradora.
Irene cuenta que durante los primeros meses de vida de la panadería, este emprendimiento se convirtió pronto en una empresa familiar en donde todos se dedican a cooperar.
Ella se encargó por un tiempo de atender la tienda, de repartir los panes en auto, e incluso aprendió de cómo se cocinaban los panes para ayudar a su hijo, debido a que estos dulces requieren de varias horas de preparación.
Ahora, siendo la administradora, está colaborando para el segundo local, que posiblemente podrán inaugurar a fines de este mes en Chiguayante.
También, como equipo se han preocupado de ir a eventos para obtener clientes. Y es que en un inicio fue complejo llegar a la gente. "Ofrecía a las personas o salía del local con una bandeja a ofrecer los dulces, explicándoles de que estaban hechos", recuerda.
Hoy han empezado a ser invitados a los eventos, lo que demuestra el avance de su tienda. "En un inicio fue difícil, pero los clientes comenzaron a aceptar este tipo de panadería de a poco", concluye.
"Mi hijo viajó a Japón y le gustó mucho la cocina de allá, principalmente los dulces"
Irene Bustos"