Carlos Paz Durán
Volvió a ser héroe. Sin dudas, con cero temor, Daniel Benavente ejecutó el penal que le dio al León la victoria de 3-1 ayer ante Ferroviarios.
Quedaban sólo seis minutos del tiempo de reglamento cuando el artillero cobró la sanción que evitó ir a la definición a penales. Lo hizo con remate seco al palo derecho del portero.
Luego partió a celebrar al rekortán, sin polera de por medio, lo que el árbitro castigó con amarilla. Pero al "Bena" eso no le importó. La dicha era infinitamente mayor.
"Fue un momento histórico, pues se trató del gol que nos dio el ascenso, pero esto es de todo el equipo. Aquí todos remamos para el mismo lado", reconoció el artillero, quien agregó que "esta alegría es para la gente que sufrió la desafiliación hace dos años, para las casi veinte mil personas que hoy (ayer) nos vinieron a ver, y para quienes nos siguieron desde sus casas, incluso en otras ciudades".
"Cuando se desafilió al club, nadie sabía lo que iba a ocurrir. Esperamos, esperamos lo que nos iba a tocar, hasta que se presentó la opción de ingresar a Tercera División B, y bueno, aquí estamos, logrando el objetivo principal, que era ascender, y en casa", enfatizó el nacido en la cantera de la tienda penquista.
Consultado por el rival de la final, Pilmahue, comentó que "nos conocemos mucho, pues hemos jugado cuatro veces en el año (en la primera fase los de Nonguén ganaron ambos cotejos, y en la liguilla perdieron los dos)".
"Es un conjunto muy difícil, que se hace fuerte en su casa", destacó, y sobre la posibilidad de jugar la ida, por aspectos de aforo y seguridad, en un estadio distinto al Municipal de Villarrica, indicó que le gustaría "ir al Germán Becker de Temuco, pues es un recinto bonito y grande, al igual que el Ester Roa Rebolledo".
4-3 ganó el Conce la llave ante Ferroviarios: fue derrota 1-2 en la ida y triunfo 3-1 en casa.