El ex campeón mundial que pone un potente gancho social al boxeo
El mendocino Pablo Chacón estuvo en Concepción acompañando a uno de sus púgiles. Compartió algunas de sus experiencias con los jóvenes.
Los boxeadores penquistas tuvieron hace poco el privilegio de compartir con un campeón mundial. Se trató del mendocino Pablo Chacón, que hoy entrena a doce púgiles trasandinos profesionales, entre ellos el también campeón mundial Jonathan Barros.
"A Chile vine con Brian Núñez, que es un boxeador que estuvo tres años en la selección argentina, peleó en Los Cóndores, la Liga Mundial y en distintas partes del mundo. Llegó con pocas peleas profesionales, pero con mucha experiencia amateur".
Sobre sus pergaminos, Pablo Chacón también ganó medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 junto a Floyd Mayweather, luego fue campeón mundial OMB en categoría pluma y campeón latino en siete oportunidades. "Después me hice entrenador. Gracias a Dios con mucha suerte y con chicos que andan muy bien".
¿Qué mensaje les darías a los muchachos que están comenzando en este deporte?
"El secreto está en la constancia, en el sacrificio y en tener escuela. Es fundamental marcar un estilo. Que un entrenador ayude a que se le identifique que es de tal persona. La continuidad te da la posibilidad de desarrollarte. Esto es como en cualquier ámbito. Uno, para aprobar en la escuela tiene que ir repitiendo las cosas. Ahí está el secreto. Cuando querés aprobar la materia tenés que repasar, repasar y repasar para que se te grabe. Esa es la forma".
¿Consideras que combatir en el exterior es fundamental para un boxeador que está partiendo?
"Si, seguro. Por ejemplo, a Brian lo traje, porque ya hizo quince peleas en la Liga Mundial. Considero que los boxeadores, para desarrollarse, tienen que comenzar saliendo de su municipio, de su provincia y de su nación. Así los chicos se motivan, no se aburren de pelear con los mismos de siempre. Salir genera adrenalina, entusiasmo".
¿Qué debe tener en cuenta el boxeador amateur que quiere dar el salto al profesionalismo?
"Aparte de tener todo lo que hablamos anteriormente, tiene que sumar combates. En la competencia tomás confianza, desarrollás estilo, técnica y te vas conociendo".
Entrenador
¿Cómo se ha desarrollado tu carrera como entrenador?
"Después de que fui campeón mundial, seguí peleando y me dí cuenta de que me gustaba la docencia. Tuve la suerte de poder comprar un local, mi gimnasio. Lo compré el año 2010. Lo acondicioné, le puse energías y dinero para dejarlo como yo quería. Ahora tengo un gimnasio muy completo donde incluso doy pensión a muchos boxeadores. Lo inauguré el 3 de noviembre de 2003. Seguí boxeando y entrenando en mi gimnasio hasta el 2 de diciembre de 2005. Mi última pelea fue en el Luna Park. Cuando me retiré, automáticamente me transformé en entrenador. Venía pensando en eso. Había hecho cursos con Salverio Fuentes, entrenador cubano de la seleccióin argentina. Ahora tengo un redord con dos años de entrenador saqué campeón mundial a Juan Carlos Reveco y Jonathan Barrios".
¿Aparte de sacar campeones mundiales, cuál es tu otro sueño como entrenador?
"La verdad es que lo mío tiene un sentido social. Aparte de mi gimnasio tengo dos escuelitas más en los barrios más humildes de Mendoza. Ahí dejé puesto a un profesor amigo y a un hermano que también boxea. Ahí hacemos un gran trabajo de contención de los chicos, les damos una salida. Que se puede salir adelante, porque tenemos muchos chicos con problemas de conducta, de adicciones. Ellas son escuelas básicas, de entrenamiento puro y después, cuando empiezan a competir pasan a mi gimnasio. Muchos de nuestros chicos son de sitios carenciados y conflictivos. Hoy recibo un apoyo del Gobierno Municipal de Las Heras. Es fundamental la mano amiga del aparato público, si no es muy difícil para una persona sola. Eso debe ser obligación de un gobierno, que su pueblo tengo una mejor calidad de vida y alejarlos de las cosas que no son buenas".
Para que los penquistas te conozcan más, cuéntanos brevemente de tu carrera.
"Hice 63 peleas profesionales, perdí siete y gané 38 por nocaut. Fui campeón latino siete veces, campeón mundial en Hungría. Le gané a Iván Kovacs, un boxeador que hacía diez años no perdía y era campeón mundial invicto y había sido campeón mundial en Atlanta 96 donde yo fui bronce. Mi última pelea fue en el Luna Park (Buenos Aires) por el título intercontinental y en el cuarto round comencé a sentir como que se me había caído una nube. Peleé ocho rounds con la vista nublada, bajé y no me fui a hacer ver por irresponsabilidad. El 27 de febrero de 2006 en el Instituto Zalvívar de Mendoza me diagnosticaron desprendimiento de retina en los dos ojos. Ahora me tengo que cuidar de las fuerzas y los movimientos bruscos. Igual hago harto ejercicio, para no engordar tanto, jejejeje".
"Después de que fui campeón mundial, seguí peleando y me dí cuenta de que me gustaba la docencia"
Pablo Chacón, ex boxeador"