El Alzheimer es un cuadro progresivo que comienza lentamente, afectando zonas del cerebro que controlan el pensamiento, lenguaje y la memoria. En general, los cuidadores perciben los cambios iniciales y asisten a control con especialistas consultando por dificultades como olvidar el nombre de familiares, hasta llegar a cursar en etapas iniciales con un deterioro cognitivo leve. Entre las alteraciones fonoaudiológicas que pueden coexistir durante el desarrollo de la enfermedad, encontramos dificultades en las habilidades cognitivas, lingüísticas, alimentación, entre otras. Es por esto que nuestro rol tiene un enfoque dirigido a realizar una adecuada educación, evaluación y proceso de intervención, incluyendo de manera constante a familiares y/o cuidadores del paciente. Actualmente, se trabaja a través de estimulación cognitiva, la que es realizada por el fonoaudiólogo de manera individual o grupal. En nuestra zona, existen diversas instituciones y programas, entre ellos los Centros Comunitarios de Rehabilitación (CCR). Lo anterior se basa en el principio fundamental de potenciar y mantener las habilidades preservadas o remanentes de los pacientes. La intervención en personas con Alzheimer debe ser interdisciplinaria, entre ellos kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales, neurólogos, entre otros, con el fin de abarcar a la persona y su entorno cercano de manera integral promoviendo así su calidad de vida.

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