Carlos Paz Durán
Trío de miedo. El pívot estadounidense Steven Toyloy y los venezolanos Alexander Morillo (base) y Carlos Milano (ala pívot), son los extranjeros que intregran el equipo cestero de la Universidad de Concepción, que el fin de semana debutó en la Liga Nacional.
"El que lleva más tiempo con nosotros es Milano, pues ya estuvo el año pasado en el plantel, y cursa Educación Física en la misma universidad", señaló Sergio Montoya, gerente de operaciones del quinteto auricielo.
Toyloy fichó en agosto, mientras que Morillo "represó para cubrir el puesto de Érik Carrasco, quien se operó de una hernia lumbar, por lo que debería estar al menos tres meses fuera del conjunto", comentó el gerente técnico Cristián Vega.
Consultado sobre cómo son contactados los jugadores foráneos, Montoya indicó que "trabajamos con agentes internacionales. Es norma Fiba (Federación Internacional de Básquetbol). Les decimos lo que necesitamos y lo que podemos ofrecer en términos económicos".
En la actualidad, el Campanil trabaja principalmente con agentes uruguayos, argentinos, venezolanos, dominicanos y estadounidenses.
"Reciben el diez por ciento del sueldo de cada jugador que traen al equipo", detalló el gerente de operaciones, quien añadió que "prácticamente no hay agentes chilenos".
Por norma de la Liga Nacional, cada equipo está obligado a contar con dos foráneos. Incorporar a un tercero es optativo.
"Temuco es el único club que no ha hecho uso del cupo optativo", recalcó Montoya.
"Aunque no se pueden sumar más extranjeros, sí se permite cambiarlos, y hasta cinco veces por temporada", precisó Vega.
En el plantel que dirige el venezolano Alfredo Madrid, también destaca Rodrigo Madera, quien es hijo de madre chilena y padre dominicano. Como tiene doble nacionalidad, no usa cupo de foráneo.
10 por ciento del sueldo es lo que se lleva cada representante de jugador extranjero.