"Pititore": el artista que marcó un gol de color en los muros de Conce
Foro de la UdeC, escuela de Penco y La Bodeguita han sido lienzos para la obra de Ernesto Guerrero.
En los pasillos de la escuela Los Conquistadores, en Penco, bullen las risas y algarabía de niños y niñas, que corren y juegan o danzan al ritmo de la música en uno de los talleres, sonido que va formando eco con las paredes del recinto. Y no son muros cualquiera. Desde ellos les acompañan y observan una machi, una pascuense o la misma Violeta Parra.
Ellas son la evidencia del trabajo que ha desarrollado con los alumnos el artista Ernesto Guerrero Celis (44), más conocido como "Pititore". Un apodo conseguido en su infancia futbolera en Conchalí, de donde es oriundo, y que se ha inmortalizado a través de sus obras, diseminadas en los muros de distintos barrios de la ciudad y la región. Y también en el extranjero.
"Aquí, -dice apuntando al mural ubicado en el pasillo central de la escuela-, se hacen los talleres de baile y vi que los niños bailaban andino, chamamé, y no tenían ninguna referencia. Así que les pinté un mural musical", explica.
Al colegio pencón llegó por invitación de una profesora para realizar junto a los escolares un dibujo del fuerte La Planchada "y después me quedé a hacer talleres, fue amor al primer brochazo", comenta.
El ingreso, el patio, los descansos de las escaleras, las paredes de los distintos pisos lucen hoy la labor que "Pititore" ha realizado con niños y niñas del establecimiento, en el que aún hay muros que esperan por el festejo de color que les imprime.
De muros y bodeguita
Diseñador gráfico de profesión y con dos décadas de trabajo en dos bancos distintos, Guerrero se define hoy como "un muralista penquista nacido en Conchalí". "Decidí dedicarme a esto desde que llegué a Concepción, a vivir del arte. Mi trabajo en Conce ha sido sólo de muralista y gráfico", explica el artista autodidacta, quien subraya como fundamental el aprendizaje que tuvo del muralista Pablo Placencia.
Además de la escuela en Penco, "Pititore" ha pintado murales en Cerro Verde Bajo, junto al restorán La Cocina (en Paicaví), en el Foro de la Universidad de Concepción y en La Bodeguita de Nicanor. Y fue precisamente gracias al popular local bohemio penquista que inició su aventura cromática en Concepción.
De sus dibujos para las tocatas de músicos como Chinoy o Nano Stern, a quienes acompañó para la primera Cumbre del Folk en Conce, pasó a realizar la gráfica de la segunda edición del evento, y luego fue contactado para idear el logo de la Bodeguita.
"En ese momento histórico un día dije: ya, no quiero trabajar más en el banco, quiero vivir de esto y me voy a vivir a Conce. Y le digo al Daniel (Gómez, dueño de la Bodeguita): ¿querís tenerme de diseñador gráfico? Me dijo, ya po. Le dije: me pagas un sueldo y me voy a vivir a Conce. Y de ahí feliz, hasta hoy", relata el muralista y padre de dos niños: Lautaro (5) y Salvador (3).
Así, su trazo resalta hoy en los afiches de todos los eventos que impulsa "La Bodeguita de Nicanor", incluyendo también ahora los muros del nuevo local "La esquinita de Nicanor".
Sello pititore
Tal como se puede hablar de un Van Gogh, un Miró o un Matta, "si miras sus murales, sabes que es un Pititore", acota el director de la escuela Los Conquistadores, Juan Francisco Lagos. Y "un Pititore" tiene su estilo bien definido y marcado.
"Lo que haga va a tener mi sello, el que me invita sabe que es como: para que me invitan, si saben cómo pinto, jaja", dice "Piti", reconociendo que su trabajo apunta al de Pato Madera y la Brigada Ramona Parra.
"Entre más me parezca a la brigada, soy más feliz. Y bueno, mis influencias son todo el muralismo barrial de los '80, que es la época en que yo empiezo a tener conciencia social. Yo fui concebido el 73 y nací el 74: fui concebido en socialismo y nací en dictadura", comenta, agregando sin embargo que "no pertenezco a ningún ismo, soy un ser del barrio nomás, con todas las inquietudes que tiene una persona común. Ahora, mi discurso es súper político, por la misma crítica que nace desde la inquietud barrial".
"Y siento que soy como un cronista social. Yo desde el barrio, desde lo que va pasando en la contingencia, he llevado a que mi arte tenga parte en todas las causas que puedan estar. Es una herramienta súper válida. Pongo mi oficio en servicio y en funcionamiento a las causas. Es como contar esa historia y un montón de historias más".
-¿Y tú llegas a los muros o los muros llegan a ti?
"Las dos cosas. Pero ha sido menos que yo llegue a los muros, yo no pido. Les pego la ojeada, sí. Yo digo: este muro está bonito, algún día va a ser mío, jaja. Y llegan solitos. Les tiro el ojo y me llegan solitos, en eso tengo suerte igual".
"Un día dije: ya, no quiero trabajar más en el banco, quiero vivir de esto y me voy a vivir a Conce"
Ernesto Guerrero"