Carlos Arias
E l parapente es un deporte extremo que a casi nadie deja indiferente cuando les vemos volar por los aires, y la geografía de esta zona se presenta atractiva para la práctica de esta actividad. Tomé es un punto que lleva varios años en la mira de las escuelas de parapente, Playa Blanca específicamente, ubicada entre Cocholgüe y Coliumo es el lugar establecido por las escuelas e instructores como punto neurálgico, al menos en la comuna costera desde hace más de 10 años.
Sergio Raddatz es piloto e instructor de vuelo y realiza viajes a Playa Blanca Coronel, Lirquén y Coliumo e indica que "para poder hacer una zona de vuelo de parapente necesitas dos condiciones mínimas, la primera es tener una colina, cerro o desnivel donde puedas despegar, esto pueden ser 10 metros o 100 metros, por ejemplo en Lirquén, el despegue está a 70 metros del nivel del mar y en Coliumo está a 100 aproximadamente y como referencia en Iquique, el despegue en Alto Hospicio está 600 metros de altura, se necesita tener una altura entre el despegue y el aterrizaje para que se pueda formar una condición de vuelo. El aterrizaje también debe estar despejado, debe estar seguro a las faldas, que no tenga árboles por ejemplo, esas son las condiciones óptimas para el vuelo", indicó.
Paula Zambrano, administra la Escuela de Parapente Concepción y explica que hay dos tipos de vuelo, desde la ladera de un cerro en vuelo libre y desde un avión. "El vuelo libre acá en Concepción se hace en Lirquén y Coliumo, Tomé hace un par de años atrás se hacía pero ya el despegue no está habilitado para poder despegar desde allá. El tema de vuelo libre depende mucho de la condición de viento, acá en Concepción nos afecta el tema de la lluvia, el viento, la dirección del mismo, por eso es más escaso poder realizarse, pero se hace. Normalmente los días buenos son después de la lluvia. Nosotros volamos en Coronel, estamos todos los fines de semana allá, más que nada por una efectividad de vuelo, ya que podemos hacer muchos vuelos", explicó.
"Acá uno ve bastantes pronósticos antes de ir al lugar, cuando uno ya va, ahí en el fondo uno ve si puede volar, es 50 y 50, va a depender mucho de la época en que estemos del año, según como sen los vuelos, la mejor época a mi parecer es ahora en la primavera y el otoño, ya que el verano es muy caluroso, en Playa Blanca, la arena se calienta mucho, En el verano podemos tener buen viento pero como la temperatura de la playa es muy alta, el viento nunca entra o pasa por el costado", explicó Braulio Castillo, instructor certificado.
70 metros sobre el nivel del mar está la zona de despegue de parapentes en Lirquén.