Empresarios locales revelan de qué manera lograron el éxito
Estos emprendedores penquistas han sabido adaptarse y mejorar, hasta lograr un sello único en sus rubros.
"Yo tenía una empresa agroindustrial en Perú, comprábamos espárragos de distintos calibres y calidades y los vendíamos. Era un buen negocio", rememora el peruano Edgard Palacios, uno de los hermanos detrás del éxito de los restaurantes Fina Estampa.
Tras las inestabilidades políticas de principios de los '90 en Perú, el sólido negocio de Palacios ya no volvió a ser el mismo. Su hermana Nancy se vino a Chile y, años después, el tomaría una decisión similar, tras vender todo y pagar sus deudas, decidido a empezar de cero.
buscando empezar
"En 2004 nos vinimos a la segunda ciudad más importante de Chile, donde no habían restaurantes peruanos" relata el oriundo de Trujillo, y detalla que fue su hermano Ángel el encargado de encontrar un local y estudiar el panorama local.
Los emprendedores compraron el derecho a llaves de un local en Angol con San Martín y, luego de eliminar una treintena de alternativas, se decidieron por el nombre de Fina Estampa, como el vals que cantaba Chabuca Granda.
"Empezamos con nueve mesitas. Eran dos cocineros y todos hacíamos algo, yo estaba en el bar y en la caja. En la mañana salíamos a volantear a las esquinas y a las 11.00 de la mañana empezábamos a preparar todo en el restaurant", cuenta, como vivo recuerdo, Edgard.
Pese a todo, los primeros meses costaba que los clientes se animaran a probar la cocina peruana. "Nos dimos cuenta que habían colaciones a mil 500 pesos en restaurantes cercanos, así que nos tiramos con un menú ejecutivo a 3 mil 500", porque los ingredientes especiales, mucho más difíciles de traer que hoy en día, les impedía bajar mucho más los precios.
encantar paladares
"Ese menú ejecutivo sirvió para que la gente probara la misma comida que la de la carta, pero en porciones más pequeñas, y cuando ya conocieron los sabores, empezaron a pedir a la carta y a traer amigos", detalla Palacios, para quien la clave de todo fue la calidad y la atención dedicada de sus garzones.
El 14 de febrero de 2015, el día de San Valentín, fue el punto de inflexión para los hermanos, "ese día se llenó desde que abrimos y hasta pasadas las 12.00 de la noche; hacían fila para encontrar una mesa".
A la fecha, la empresa tiene siete restaurantes y 180 trabajadores, además de incursionar en la hotelería, en lo que podría ser el próximo paso.
Aún así, asegura Palacios, siguen tomando notas diarias de las cosas que pueden mejorar, "a la gente le gusta que la atiendan bien y nosotros somos profesionales de la atención, pero las críticas, por duras que parezcan, también nos van dejando lecciones".
sobrevivientes
Recién llegado a Concepción desde su natal Punta Arenas, Álex Neira empezó a buscar cómo generar ingresos en el negocio que más le acomodaba, la venta por volumen.
Poco a poco, y una vez que ya tenía una red completa de proveedores, Neira probó suerte con un almacén ubicado en Ongolmo con San Martín.
La "Frutería Central" se fue haciendo de una clientela fiel, que siguió a Neira incluso cuando tuvo que cambiar su ubicación a la esquina del frente.
"Arrendaba una casa, pero se la pidieron para construir el edificio que existe hoy, así que empezó a atender al frente, en un espacio muy pequeño, mientras habilitaba lo que sería el negocio definitivo", cuenta Marcos Neira, uno de los hijos de Álex y una de las tres sílabas que conforman el nombre del negocio hasta hoy: Kamadi.
Marcos cuenta la historia con la propiedad que le da ser parte de uno de los negocios familiares más exitosos del gran Concepción, "poco tiempo después se instaló un supermercado en la diagonal y la competencia fue fuerte".
Aunque hubo momentos difíciles, lejos de echarse a morir, Álex buscó una táctica que lo llevaría al siguiente paso del negocio, "empezó a atender a deshoras, o sea que cuando los supermercados cerraban, el Kamadi se volvía una alternativa para los clientes del barrio".
Fue ese mismo horario, algo "atravesado", el que fue derivando el centro del negocio hacia el alcohol, "los estudiantes universitarios buscaban promociones y eso fue lo que empezamos a ofrecer".
nueva oferta
Esos mismos jóvenes que compraban en San Martín con Ongolmo, fueron buscando otro tipo de licores y vinos, y así, Kamadi fue apuntando a otro tipo de oferta, sin cambiar a su clientela de siempre, que simplemente fue creciendo con ellos.
Otra etapa complicada para la familia Neira fue tras el terremoto, donde saquearon su bodega principal y tuvieron que remontar las millonarias pérdidas, pero ya con la confianza de proveedores que confiaban en ellos y fueron considerados en los tiempos, y también con la preferencia de sus clientes, que nunca los dejaron.
Hoy, Kamadi tiene cuatro locales en Concepción y uno en Santiago, en la comuna de Vitacura, "nos dimos cuenta que el sector oriente ofrecía una posibilidad y la tomamos".
Allá, han sido varios los penquistas que han reconocido a alguno de los trabajadores que se fueron a esta aventura, "nos hemos ido adaptando, como ahora, que cerramos trato con Pedidos Ya y que estamos afinando un nuevo sitio web, con la posibilidad de encargar y enviar vinos y licores de regalo, por ejemplo", cuenta entusiasmado Marcos.
la música como pasión
"Desde chico me gustaba el ambiente de la música, las luces, los artistas, cuando iba a ver alguno, quería estar cerca", confiesa el cantante local Marco Bofi, quien con el correr de los años derivó ese gusto por el espectáculo en la producción musical y de eventos, "fui transformando esa inquietud que tenía en una forma de hacer empresa".
Bofi asegura que, contrario a lo que se cree, la producción musical es una actividad de mucho estrés, "que se atrase un avión, que un accidente en una carretera te atrase un traslado, que las cosas no estén a tiempo, son muchas las cosas complicadas".
Fue en la relación con artistas como Los Vázquez, que Bofi encontró apoyo para hacer de lo que lo apasionaba, una forma de vida, "ellos me dijeron que me la tenía que jugar, y en 2014 me decidí a incursionar en la música".
Marco, que ya tenía mucha experiencia en la producción de conciertos y festivales, se saltó la etapa de actuar en espacios pequeños y partió desde el primer momento presentándose ante audiencias numerosas.
a lo grande
"Partí como telonero de grandes nombres, y todo lo que sabía desde afuera, lo pude aplicar a la faceta artística".
Consultado si se siente exitoso, responde seguro que "me siento bendecido, porque siendo aún una banda emergente, nuestro tema 'Amarte así' la está rompiendo en varios países de Latinoamérica y especialmente en Bolivia".
Precisamente al país altiplánico partirá Bofi junto a su banda en el mes de octubre, en una gira promocional donde aprovechará de dar a conocer otros tema que también tuvieron éxito allá, "teníamos algún temor de que el público no nos quisiera por ser chilenos, pero los bolivianos saben diferenciar muy bien la parte artística de otros temas, y afortunadamente nos valoraron por nuestra música".
Asegura que en Chile hay mucho talento musical por descubrir, "pero por ahora estoy enfocado en la música, en hacer cada vez mejores shows, y en sacar nuevas producciones, esto no para".
"Las críticas, por duras que parezcan, también nos van dejando lecciones que aprender".
Edgard Palacios,, gerente de Fina Estampa"
"Me siento bendecido (...) 'Amarte así' la está rompiendo en varios países de Latinoamérica".
Marco Bofi,, productor musical y cantante"
5 locales tiene Kamadi, cuatro en el Gran Concepción y, desde 2014, uno en Vitacura.