Marc Cárdenas
Toda Francia celebró el gol de Samuel Umtiti (24 años) que puso a los galos en una final de la Copa del Mundo y que ayer ganó nuevamente.
Un gol que está muy ligado a Chile. El primer técnico que tuvo el central del Barcelona fue Mauricio Molina, un chileno que vive hace años en Francia producto de la inmigración y que guió los primeros pasos de Umtiti en el club del barrio FC Menival de Lyon, donde Molina dirigía las series menores.
Samuel nació en Camerún, pero a los 2 años llegó a Francia junto a sus padres, específicamente a la ciudad de Lyon. Desde pequeño siempre estuvo interesado en el fútbol, hasta que llegó al FC Mendival donde un joven chileno -por aquel entonces- dirigía a la serie menor del club.
El zurdo central llegó con 6 años al club y destacó de inmediato. Sobresalía por sobre sus compañeros de equipo, cualidades que Molina fue potenciando. "Le colocaba de central, era zurdo y jugaba tan fácil que le obligué a jugar con la pierna derecha", recordaba Molina en una entrevista realizada por el canal Antena3.
Umtiti tenía todo para triunfar, por eso apenas tuvo la edad suficiente, Molina decidió llevarlo a las pruebas del Olympique de Lyon, donde comenzaría su carrera profesional. "Ese día (prueba) le dije que se tenía que olvidar de todo lo que le había enseñado (...) tenía que tomar la pelota, hacer unos dribling, pasarse algunos jugadores y pegarle al palo... lo hizo, entonces le dije 'muy bien Samuel', detalló Molina.
La tarea estaba lista para Molina, que hoy sigue cada uno de los pasos de su expupilo, que estuvo 14 temporadas en el Olympique de Lyon (desde muy niño) pasó al Barcelona (2016) donde se ha convertido en pieza clave de los catalanes. "Siempre fue alguien fenomenal, estoy muy orgulloso de él pero no me sorprende ver hasta dónde ha llegado. Es un guerrero y nunca le ha gustado perder", comentó el técnico chileno al Diario Sport.es.
Una amistad que hasta el día de hoy se mantiene entre Molina y Umtiti, el héroe francés.