Carlos Paz Durán
Aunque estamos a miles de kilómetros, la fiebre mundialera atacó firme en Conce, y los dos últimos "infectados" son el historiador Alejandro Mihovilovich y el abogado y doctor en historia Armando Cartes Montory, quien incluso tiene nacionalidad francesa.
A ambos la pasión por la historia y el fútbol los atrapó hace años, y ahora que se topan a diario en la Corporación Social y Cultural de Concepción (Semco), de la que Cartes Montory es secretario general y Mihovilovich el director de la Biblioteca Municipal, que pertenece a la Corporación, no pudieron dejar de pactar un entretenido gallito mundialero.
"El perdedor pagará y servirá un rico café al ganador, y claro, reconocerá su derrota. Será a las 17:00 horas del domingo en el Café de la Historia", expresó Cartes Montory, quien destacó que "el deporte también nos da la oportunidad de demostrar cariño y afecto, y es lo que Alejandro y yo estamos haciendo con este desafío, que al final de cuentas es una humorada".
Agregó que "cuando le propuse la apuesta aceptó de inmediato, sin saber si estaba en juego una rapada o teñirnos el pelo. Al final nos inclinamos por el café, porque así podemos hacer partícipes a más personas".
Desafiante, Mihovilovich comentó que "los croatas somos los uruguayos de Europa. Un pueblo de cuatro millones de habitantes que ha sufrido la guerra, que ha sufrido montones de dramas, que estamos curtidos en la dureza. Merecemos ganar el Mundial. Futbolísticamente ya no tenemos nada que demostrar en Rusia, y por eso vamos a ser campeones".
"Ganaremos por calidad, por ser mejores. Será por 2-1 o 2-0. En el primer tiempo ya les habremos marcado los dos goles a los franceses", aseguró.
Su amigo le respondió que "Francia es un equipo de clase mundial que no depende de la suerte o los milagros. Está compuesto por jugadores competitivos. Así lo ha ratificado a lo largo del torneo".
"Lo de Croacia no es más que un veranito de San Juan. Venceremos 3-1 en los 90' de reglamento. No hará falta de ningún minuto más", acotó.
Orígenes
En el mismo siglo y en la misma década, los bisabuelos de los dos penquistas amantes de la historia, arribaron a Chile, aunque a lugares muy distintos. "Anton Mihovilovich llegó aproximadamente en 1880 a Punta Arenas. Venía de la Isla de Brac", recordó Alejandro. "Montory es un apellido vasco-francés. Mi bisabuelo, Michel Montory, se vino en 1885 a Arauco, en rigor a Cañete. Él era de la localidad de Basse-Pyrenees", destacó Armando.