La increíble historia del tesoro que estaría hundido en Coliumo
En 1796 una embarcación llamada Santa Ana se hundió en las costas del Biobío. Más de 200 años después un grupo lo rastreó fijando una posible ubicación y los que conocen la historia la revelaron a La Estrella.
Las costas del Biobío son una fuente de recursos marinos, entretención y varias sorpresas, entre ellas algunas olvidadas después de varios siglos. En Coliumo, al sur de Dichato, muchos desconocen que una embarcación española se habría hundido en los roqueríos cercanos, dejando un presunto tesoro en el fondo del mar.
Se trata de la fragata Santa Ana, velero de tres mástiles que naufragó en 1796, cuando se dirigía desde el Puerto del Callao, en Perú, hasta Talcahuano. Al enterarse de esa información, un grupo de exploradores locales con el equipamiento adecuado en naufragios se propuso encontrar los restos de esta misteriosa nave.
Respecto a los antecedentes de la embarcación hispana, José Léniz, buzo y experto audiovisual miembro de la agrupación, indicó que "en ese tiempo estaba el Virreinato del Perú y el Santa Ana venía a Talcahuano a dejar provisiones y el Real Situado, que era el pago a las tropas españolas en el Bío Bío".
Del hundimiento de la nave, apuntó que "el barco, que era a vela, en la parte de los bajos de quebrada olas empezó a hacer agua. El capitán trató de alcanzar el puerto y quiso entrar por la 'Boca Chica' entre Tumbes y la Isla Quirina, pero no lo logró y quedaron al socaire, es decir con el viento tapado. Por esto decidieron abandonar la nave, que quedó a la deriva".
Al ser consultado por la presunta ubicación de la embarcación colonial, Léniz sostuvo que "con ayuda de la Armada y una máquina que tienen pudimos recrear cómo era la corriente el mismo día del naufragio. Así determinamos que quedó en los acantilados entre Coliumo y playa blanca de Coliumo, a unos 5 ó 30 metros de profundidad cerca de la costa. Después de indagar el lugar del hundimiento no concretamos la búsqueda en lo práctico, porque nos fuimos involucrando en otros proyectos como grupo de amigos".
"En relación al tesoro o monedas de oro, nunca ha sido mi objetivo. Más que nada la idea es remover la historia y tocar objetos 200 años después del último ser humano que lo hizo. Es por el gusto de investigar", añadió.
Cabe señalar que por ley existe el decreto 311, que indica que todo resto de naufragio con más de 50 años es considerado monumento nacional, por lo que cualquier objeto extraído debe ser entregado al Estado.
Otra visión
Dentro de los habitantes de Coliumo son escasos los que tienen recuerdo de haber oído la historia del Santa Ana. Una de estas personas es la poeta amante de la historia Lilian Novoa Cid, quien tiene una versión algo diferente de los hechos, en relación al lugar donde la embarcación se habría hundido.
"Soy bisnieta del que fue dueño de gran parte de Coliumo, Francisco Cid Baeza, y recuerdo la historia de ese barco. Por mi madre y abuela supe que esa embarcación venía rumbo a Talcahuano y traía lingotes de oro, pero por complicaciones encalló en la zona de Las Blancas, al norte de Dichato. Son unas piedras que se ven desde acá, les dicen así porque las gaviotas se posan allí y sus desechos son de ese color".
"Creo que cerca de unos 20 años atrás una persona que residía en Dichato hizo un estudio al respecto para recuperar el tesoro. Entiendo que logró recuperar parte del tesoro y desapareció, pero la verdad no lo conocí ni sé quién es, sólo escuche esa parte", añadió.
Si bien hay varios relatos alrededor de este caso del Santa Ana, producto del paso del tiempo, sin duda la costa del Bío Bío está llena de secretos por descubrir.
5 a 30 metros de profundidad sería la posición en la que se encontraría el Santa Ana.