M. Saavedra / J. Castillo
Un funcionario de Gendarmería lesionado y armamento decomisado fue el resultado de un allanamiento preventivo realizado en el Centro de Internación Provisoria y Centro de Régimen Cerrado (CIP-CRC) del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Coronel. El procedimiento se efectuó cerca de las 15.00 horas de ayer en el recinto ubicado junto al Bypass de esa comuna.
Desde la institución se informó que se trató de un allanamiento preventivo realizado en una de las casas del Centro de Régimen Cerrado (CRC), inmueble habitado por internos que han sido condenados por la justicia.
En ese marco -se agregó- se detectó un número indeterminado de armamento de fabricación artesanal y un teléfono celular. Estas especies quedaron en poder de Gendarmería como evidencia de lo que allí estaba sucediendo.
Agresión
Desde Sename se añadió que en ese marco y una vez concluida la acción que busca incrementar los niveles de seguridad de los jóvenes y funcionarios, uno de los internos sufrió una descompensación. A raíz de ello, se indicó, comenzó a arrojar piedras en contra de una garita situada sobre el cierre perimetral que tiene 150 metros de largo por 88 metros de ancho.
Dicho proyectil, se puntualizó desde la repartición pública, golpeó en uno de los brazos de un gendarme, quien sufrió lesiones que fueron diagnosticadas de carácter leve. Posterior a ello se activó un protocolo especial para este tipo de situaciones, que, entre otras cosas, contempló el traslado del funcionario hasta el centro asistencial más cercano.
Por su parte, Iván Arriagada, presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores del Sename (Antrase) en el Biobío, señaló que "valoramos este tipo de operativos y como funcionarios esperamos que sean más permanentes ya que, en el fondo, lo que se hace, es velar por la seguridad de quienes se desempeñan en el centro".
Difícil labor
Iván Arriagada, presidente de Antrase Biobío, sostuvo que "la ocurrencia de estos hechos es algo que venimos denunciando constantemente. Esta vez resultó herido una persona de Gendarmería, pero en ocasiones previas hemos sido nosotros los afectados. Los menores internos construyen estas armas para herirse entre ellos o a quienes los cuidan y bajo esas condiciones es muy complejo para nosotros realizar un trabajo de reinserción".
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