Ballroom y flamenco: danzas que liberan a los penquistas
Profesores de academias destacan que cualquier persona puede partir de cero y aprender las diferentes técnicas. Sin embargo, lo más relevante es la parte social. Liberarse del estrés y compartir con amigos son algunas posibilidades.
Existen danzas que en principio pueden resultar difíciles para quien nunca lo ha intentado. El baile de salón (ballroom) y el flamenco son ejemplos. Sin embargo, en Concepción existen academias en donde no sólo hay personas que tienen un nivel avanzado. También se puede partir de cero para aprender, formar amistades y salir de la rutina de estudio o de trabajo.
"A veces la gente que quiere tomar clases ve videos y les da miedo, pero hay que perderlo. En esta región hay muchos profesionales acreditados y que manejan bien el sistema", señaló Edmundo Clavería, quien enseña ballroom en Artistas del Acero, en la Academia Bafobiobio y en Sur Latino.
Una opinión similar tiene la profesora de flamenco Rocío González, quien lidera la Escuela de Arte que lleva su nombre. "Muchas chicas que se inscriben me dicen que no saben nada y que no podrán bailar. Llevo 25 años realizando clases y no he tenido a nadie que no haya podido presentarse a fin de año", señaló.
Quien tiene su academia de flamenco hace 15 años agregó que "todo se puede aprender: la postura, el ritmo y la técnica. No hay que tener una habilidad especial ni un cuerpo de cierta forma".
Transversalidad
La Escuela de Arte de Rocío González tiene un grupo de personas que baila desde los cinco o seis años y que han crecido en el flamenco. Forman parte del nivel avanzado.
La profesora contó que "también tengo a mujeres sobre 50 años, que vienen en las mañanas y cuyo objetivo es entretenerse". "Quienes parten de cero -añade-, generalmente son amantes de la música flamenco. Si vienen de trabajar, llegan a la clase de las 19.00 horas".
En el caso del ballroom, hay una diferencia ya que "en Chile está considerado un deporte y no es un estilo de baile por sí mismo. Se combina ritmos latinos (salsa, rumba, samba, jive y pasodoble) o europeos (vals inglés y vienés, quickstep, slow fox y tangó de salón)", señaló Edmundo Clavería, quien agregó que "hay sesiones para la entretención. Ahí los objetivos son aprender las coreografías y compartir. El rango etario es transversal, aunque hay más adultos jóvenes".
Parte social y laboral
Sobre las motivaciones de quienes toman las clases, Rocío González señaló que "muchas personas quieren hacer ejercicio y moverse, pero no quiere ir a un gimnasio porque es individual y focalizado".
La profesora se refirió a las sesiones como "una oportunidad para hacer amigas. Después de la jornada pueden salir juntas".
La bailarina agregó que no sólo se toma en cuenta el aspecto físico. "En el flamenco y en cualquier danza involucras los sentimientos y la interpretación".
Otra idea que destacó Rocío González es la alta cantidad de profesionales que asisten a sus clases. "Hay de todo, enfermeras, ingenieros, profesores y trabajadores en general".
En el caso del ballroom es igual. Edmundo Clavería indicó que "para muchos ese día es la oportunidad de relajarse y de hacer algo diferente. La actividad física les prepara de mejor manera para afrontar lo laboral".
Una de las historias que se han repetido en los nueve años de trayectoria que Clavería tiene como profesor de baile de salón, es la unión familiar. "A veces parte la hija y después se suma el papá, la mamá y el hermano. Esto causa que ya tengan un panorama en la semana, lo que es muy bueno".
Por esa razón, quien trabaja en Sur Latino analiza de forma positiva el aumento en la cantidad de clases. "Cuando empecé, partí con un curso. Ahora estoy lleno. Es impresionante".
"Para aprender flamenco no hay que tener una habilidad especial ni un cuerpo de cierta forma".
Rocío González,, profesora de flamenco."
MáS MUJERES
El público femenino lidera las asistencias a las academias de baile, según comentan tanto Edmundo Clavería como Rocío González. En el caso del ballroom, el especialista afirmó que "hay hombres, aunque en mucho menor cantidad. Ellas son la mayoría". En el área del flamenco, por su parte, la profesora González afirmó que "creo que es un tema de timidez de ellos, aunque ven las presentaciones".