Disfrutar de un buen descanso con familia y amigos es lo primero que se asocia con la llegada de las vacaciones. Playas, piscinas o ríos son los favoritos, sin embargo, muchas veces pasan desapercibidas algunas reglas de seguridad que pueden evitar eventos lamentables y que cuestan la vida a muchas personas.

Por esto es que no hay que olvidar que la regla de oro es siempre la prevención. Para ello hay que tomar en cuenta unas recomendaciones que serán de ayuda.

Bañarse sólo en lugares habilitados y con salvavidas, respete la señalización "Playa no apta para el baño". Infórmese de los lugares que visita. Respete banderas que indican el estado del mar. No ingrese al agua si ha consumido bebidas alcohólicas. Recuerde reposar bien sus comidas antes de bañarse, si bien es cierto va a depender el tiempo del tipo de ingesta, lo recomendable es a lo menos entre una y dos horas de reposo. Vigilar a los más pequeños si están en el agua o en su entorno, un pequeño puede ahogarse en 30 centímetros de profundidad. Misma regla con personas ancianas o con dificultades motoras. Proteger el entorno de las piscinas con vallas, que impidan el acceso a los más pequeños. Si no sabe nadar, no improvise. No se bañe solo y no se aleje de las orillas. Si ve a alguien en peligro avise de inmediato, si no está preparado no realice rescate sin pensar ni medir las consecuencias que esto pudiese ocasionar en su propia vida.

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