En esta fecha hay que estar atento a los riesgos del calor, como son la exposición al sol y a la deshidratación. Las embarazadas deben tomar precauciones para poder garantizar su seguridad y la del bebé.

Son más propensas a melasma en el rostro si se exponen al sol directo, por lo que es muy importante que utilicen protector solar factor superior a 50, además de sombrero y quitasol. Idealmente tomar sol a primera hora en la mañana o última hora de la tarde.

Asimismo, un excesivo calor puede provocar deshidratación, por lo cual es aconsejable beber dos litros de agua diarios. Durante los primeros tres meses de embarazo la deshidratación pudiese ocasionar infecciones del tracto urinario y desmayos, además provocar que el músculo uterino se contraiga, pudiendo originar contracciones.

Por lo tanto, es importante evitar baños muy calientes y saunas, además de controlarse regularmente los signos vitales como la presión arterial, ya que ésta al elevarse puede ocasionar preeclampsia.

Sobre los alimentos recomendables, están las frutas, que son refrescantes y fáciles de consumir, aseguran un aporte adecuado de vitaminas y minerales, y su alto contenido en líquido ayuda a evitar las temidas deshidrataciones. No olvidar las verduras por su baja densidad calórica, y ricas en fibra, vitaminas y minerales, además de los productos lácteos por su aporte en calcio, vitamina B2, vitamina D y proteínas.

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