Machi Linconao no pudo reunirse con el Pontífice
Mientras el Papa Francisco terminaba su misa en el aeródromo de Maquehue de Temuco, la machi Francisca Linconao se intentó acercar al lugar donde el Papa Francisco almorzó, a los pies del cerro Ñielol.
Linconao, una de las 11 imputadas en el caso Luchsinger Mackay, que deberá enfrentar un nuevo juicio, sólo contaba con una entrada para la misa del Papa, por lo que personal de Carabineros la detuvo por no estar en la lista de 11 invitados a comer con él (ver nota secundaria).
La intención de la machi era sostener una reunión con Francisco para solicitarle que interviniera en su situación judicial, que la mantiene con arresto domiciliario nocturno y arraigo nacional, a la espera de que se inicie el juicio oral, el 26 de febrero.
Además, Linconao pretendía entregar una carta donde se alude a las condiciones judiciales que, sostiene, vive el pueblo mapuche. "Si usted averigua un poco, se dará de cuenta de que en Chile sólo a los mapuche se nos aplica la Ley Antiterrorista, no se nos respeta la presunción de inocencia, la prisión preventiva es extremadamente larga y sin justificación", dijo.