Francisco centró su mensaje en la unidad y el fin de la violencia
Con frases en mapudungún y citando a Violeta Parra, el Papa abordó el tema mapuche en la misa realizada ayer en La Araucanía. Fieles de la región que viajaron hasta Temuco valoraron las palabras del Pontífice.
M. Saavedra / A. Levet - Enviados especiales en Temuco
"Arauco tiene una pena que no la puedo callar...", señaló el Papa Francisco, en el inicio de sus palabras, durante la misa realizada ayer en el aeródromo Maquehue, actividad central de su visita a La Araucanía. Así, ante las más de 200 mil personas que siguieron atentamente cada una de sus frases, el Pontífice estableció desde el principio que el tema mapuche era protagónico en este viaje a Chile.
Su evocación a Violeta Parra y su mención al pueblo ancestral -incluso dijo frases en mapudungun- fue seguida de una ovación que surgió desde cada una de las parcelas, donde el público, entre ellos miles de penquistas y araucanos, estaba reunido desde la noche anterior. El interés del Pontífice por el pueblo mapuche quedaría reflejado en las numerosas acciones realizadas en las apretadas seis horas de su agenda que lo llevó por Freire, Padre Las Casas y Temuco.
Saludando en mapundungun "Mari mari, küme tünngün ta niemün" (Buenos días, la paz esté con ustedes), Francisco entregó un potente mensaje de unidad, apuntando a la necesidad de dejar atrás el enfrentamiento y la agresión como manera de imponer ideas (ver recuadro).
Su intervención duró unos 14 minutos, arrancando aplausos en repetidas ocasiones. La misa transcurrió en medio del recogimiento del público, que siguió el mensaje y los gestos de Jorge Bergoglio en pantallas gigantes ubicadas en distintos puntos entre las "parcelas".
Valoraron mensaje
Valorando el mensaje unificador entregado por el Papa Francisco, los feligreses de nuestra zona que viajaron al encuentro reflexionaron sobre la homilía mientras regresaban tras su estadía en la parcela B2 de la Base Aérea Maquehue. Sus palabras, aseguraron, fueron unificadoras y esperan regresar a poner en práctica, ese discurso, en las provincias de Concepción y Arauco.
Para María Eugenia Godoy, vecina del centro penquista y peregrina de la Parroquia San Agustín, "lo que más me gustó fue que comenzara su mensaje con un saludo en mapudungún. Eso nos habla, como dijo después, de la importancia de respetar el Pueblo Mapuche que ha sufrido tanto, sin que podamos agradecerles la cultura de nuestra tierra".
"El Papa se refirió no sólo a ellos, sino que a todos los pueblos originarios. Fue muy importante todo lo que dijo y espero llegar a contarle estas enseñanzas a mis familiares y amigos", sostuvo.
Para Carmen Araneda Pañinao, vecina de Cañete, el mensaje papal tuvo un especial sentido. "Fueron muy buenas palabras, en especial para mi comuna, en donde se ve mucha violencia, discriminación y poca tolerancia hacia el Pueblo Mapuche. Yo soy mapuche y vine con mucho respeto y humildad a ver al Papa", sostuvo, agregando que el hecho de que el Sumo Pontífice expresara tantas palabras hacia las etnias originarias "fue muy significativo para mí".
Francisco, durante la misa, citó a Gabriela Mistral y Violeta Parra y rechazó todo tipo de actos violentos. Al respecto, María González, de Talcahuano, comentó que "nos está diciendo cosas que pueden tener interpretaciones sobre política o relaciones personales, a través de un lenguaje muy sencillo. Encontrar los significados en sus palabras es hermoso".
Luisa Cid, vecina del sector Conavicoop de San Pedro de la Paz, expresó que "yo interpreto esta visita como el encuentro vivo con Cristo Jesús. Ojalá su mensaje inunde a mi familia y a todas las familias de Chile con bendiciones. Ojalá nos podamos unir como país, más allá de nuestros credos o ideologías políticas".
"Fueron muy buenas palabras (...) se ve mucha violencia y discriminación hacia el pueblo mapuche"
Carmen Araneda,, cañetina"
El mensaje
"Necesitamos de la riqueza que cada pueblo tenga para aportar y dejar de lado la lógica de creer que existen culturas superiores o inferiores", dijo el Papa en su mensaje. Añadió que "debemos estar atentos a la elaboración de bellos acuerdos que nunca llegan a concretarse. Eso también es violencia, porque frustra la esperanza". Y recalcó que "no se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque despierta mayor violencia y división". "La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos no a la violencia que destruye, en ninguna de sus formas", subrayó.
200 mil personas siguieron atentamente las palabras del Papa en el aeródromo Maquehue.