Juan Pablo Fariña López
Angustia y conmoción se vivieron ayer en Boca Sur cuando, pasadas las ocho de la mañana, dos viviendas se quemaron parcialmente, dejando a diez personas damnificadas. La emergencia pudo haber sido una tragedia, de no ser por dos funcionarios del Samu del Cesfam local, quienes, al ver las llamas, no dudaron en alertar a la gente del peligro, saliendo de su ambulancia para ayudar en el rescate de un hombre en silla de ruedas y en la extinción del fuego.
Así lo confirmó Nelson Pineda de 62 años, damnificado que se encuentra parapléjico y que requiere dializarse. El afectado sostuvo que "pasó una ambulancia avisando que se estaba quemando la casa y, gracias a ellos, nos salvamos todos. Estoy muy agradecido por lo que hicieron, así como lo hizo también el resto de los vecinos, que nos ayudaron unidos para que como familia saliéramos vivos del incendio".
En tanto, Roberto Leal cuidador de Nelson, sostuvo que "sin ellos hubiésemos muerto, porque nos alertaron de lo que estaba pasando. Gracias a eso, pudimos salvar los equipos de mi paciente".
Rápida reacción
En el Cesfam de Boca Sur, José Sáez, conductor, y Francisco San Martín, técnicos en enfermería, comentaron la reacción que tuvieron y que, según los damnificados, evitó una desgracia mayor.
"Al ver cómo el fuego agarraba la casa, empecé a tocar la sirena de la ambulancia y por el megáfono empecé a gritar 'incendio'. Nadie se había dado cuenta y, con el ruido, la gente empezó a salir a la calle para ayudar. Lo primero que hicimos fue ir a sacar a la persona que estaba postrada con mi colega", indicó Sáez.
Por su parte, San Martín recalcó que "estábamos recogiendo unos pacientes por un tema de traslados sin gravedad, cuando nos pillamos con las llamas. Nosotros estamos para servir a la comunidad. Bajamos de la ambulancia y empezamos a gritar, echamos abajo una puerta para ayudar a las personas e incluso agarré una manguera para mojar algunas partes de las viviendas. Fue algo obvio, si uno ve una casa quemándose, no queda otra cosa que actuar".