El helicóptero más grande del mundo se entrena en el Biobío
El trabajo del helicóptero "Annie" se complementa con otras aeronaves, así como con el fundamental trabajo que despliegan en tierra las brigadas forestales. Su piloto explica la forma en que se desarrolla su importante trabajo.
Sólo 45 segundos requiere el S-64 Erickson Aircrane para cargar los 10 mil litros de agua que es capaz de transportar en sus labores de combate de los incendios forestales. Este gran helicóptero, apodado "Annie", aterrizó hace unos días en la base de operaciones de Arauco en Santa Juana.
Kenny Chapman, uno de los pilotos de la nave hermana del ya conocido "Elvis", comenta que es muy versátil, ya que puede configurarse para diferentes labores tanto forestales como de construcción, y es que, más que un helicóptero, es una grúa aérea.
Resguardo de viviendas
"Trabajamos cerca de poblados debido a la gran cantidad de agua que podemos transportar y por la velocidad con la que podemos girar y volver a recargar", cuenta Chapman, que durante toda su vida se ha dedicado a la labor de combate de incendios forestales y ya completa 38 años piloteando helicópteros como el "Annie".
Hasta hace pocos días, el equipo de trabajo de la aeronave, que se completa con otro piloto y dos mecánicos, estaban realizando tareas de control de siniestros forestales en California. "Son focos de avance rápido, típicos del sur de California, pero ahora fueron predios donde no han habido incendios en muchísimos años. Son terrenos muy escabrosos y de difícil acceso, aunque están muy cerca de Los Angeles. Una vez que prendió el fuego se volvió un monstruo, así que terminamos protegiendo las casas", comentó el senior pilot de la compañía Erickson.
Mientras otros helicópteros similares operan en Australia, Grecia y Turquía, además del propio Estados Unidos, está planeado que "Annie", que debe su nombre a la protagonista de un conocido musical de Broadway, esté disponible para el combate de incendios forestales por al menos 90 días, en un plazo que podría prorrogarse de ser necesario.
Similitudes de equipos
Aunque por ahora no les ha tocado mayormente salir a terreno, Chapman asegura que, salvo la barrera idiomática, han podido complementarse bastante bien con el resto del equipo. "Son muy acogedores y quieren conformar un ambiente de equipo en donde trabajemos todos juntos".
Chad Stevens, quien también maneja la aeronave, se mostró sorprendido por la similitud del área de cobertura con los predios que tienen en el estado californiano.
"Esperamos que no sea difícil trabajar aquí, porque tenemos la impresión de que se opera de una forma similar a la que lo hacemos en Estados Unidos", afirma el piloto, que sirvió tanto para el ejército como para el gobierno federal estadounidense.
"Postulé a la compañía en 1994 y otra vez en 1996. El año pasado, poco antes de jubilar, postulé por tercera vez y finalmente quedé, así que podría decirse que es mi trabajo de jubilado, es bastante bueno", comenta.
Trabajo conjunto
Pero la labor de prevención y control se planea de forma complementaria con otros equipos y brigadas.
"Estamos trabajando con una estrategia integrada para la prevención", comenta el subgerente de Asuntos Públicos de Arauco, Patricio Eyzaguirre, quien explica que la temporada anterior dejó valiosas enseñanzas en ese sentido. "Una de ellas es la importancia de la coordinación entre el mundo público y privado e incluso entre las distintas empresas de distintos sectores", dijo.
Es así como desde España llegó un helicóptero más pequeño, pero también muy rápido para el transporte de brigadas. Se trata del Augusta A119, más conocido como "El Koala", que además cuenta con una bolsa bambi capaz de cargar cerca de 3 mil litros de agua en el combate del fuego en los cerros.
Juan Manuel Bravo, piloto con más de 20 años de experiencia en ese tipo de aeronave, cuenta que el helicóptero tiene una excelente relación tamaño capacidad, lo que lo vuelve una pieza fundamental de los equipos que integra.
"Tiene una autonomía de dos horas ó 600 kilómetros con carga completa, que es con unos 500 litros de combustible", cuenta el español, que con esta temporada completa cinco veranos desempeñándose en el sur de Chile.
Hasta dos mil 850 kilos puede cargar el helicóptero, considerando todos los pesos, así que la cantidad de agua dependerá del equipo humano y del combustible, por lo que puede volar a una velocidad en torno a los 240 kilómetros por hora.
A diferencia de "Annie", que resguarda los incendios que se aproximan a las áreas pobladas, "El Koala" ataca focos que se inician dentro del bosque.
Para ello transporta a una cuadrilla de cinco brigadistas, un motosierrista, y un jefe de brigada, quienes rápidamente levantan un diagnóstico de la situación para evaluar la concurrencia de otros equipos.
El jefe de las brigadas aerotransportadas, Luis Fuentealba, sostiene que "somos una brigada de choque, que es la que llega a atacar y controlar los incendios". "Entregamos toda la información necesaria entre dos y cinco minutos, es algo muy rápido pero bajo todas las medidas de seguridad necesarias", acota.
Chad Stevens concuerda con la importancia que tienen los equipos terrestres en el trabajo conjunto para contener los siniestros. "La verdad es que nosotros complementamos lo que hacen estos hombres en terreno, es fundamental controlar el fuego en una etapa inicial", subraya.
"La clave es atacar focos pequeños. Si actuamos rápidamente podemos evitar que el fuego crezca"
Kenny Chapman, piloto"
13 brigadas helitransportadas estarán trabajando en la región durante la presente temporada.
125 torres de vigilancia y detección de incendios están distribuidas en los predios forestales.
8 modalidades de descarga tiene "Annie". La más rápida suelta el agua en 3 segundos.