El valor de lo orgánico a través de los jabones
Natalia Sáez es dueña de Nathuralya, donde fabrica, de manera artesanal, productos tales como jabón, aceites y bombas efervescentes con productos naturales.
Cada vez que alguien ve sus productos, los colores, aromas y formas llaman la atención. Es que Natalia Sáez, a través de su emprendimiento Nathuralya se ha preocupado no sólo de encantar al cliente, sino que también mejorar su experiencia mediante de jabones, aceites, sales y bombas efervescentes orgánicas.
Periodista de profesión, la emprendedora cuenta que desde siempre ha vibrado con los aromas de la naturaleza, sobre todo porque gran parte de su vida la hizo en Chiloé. Eso ha tratado de reflejar en lo que hace, donde las flores y plantas, por ejemplo, tienen un lugar particular. Más todavía lo es que cada uno tiene una función en particular, ya que también se preocupa de que cada piel tenga lo que necesita.
Pero ¿cómo partió en esto? Natalia relata que "trabajé como cinco años en periodismo hasta marzo de este año, donde dejé de trabajar en una empresa. Ahí tuve que reinventarme. No me quise quedar de brazos cruzados, decidí tomarme una pausa de la profesión, no porque no me gustara. En febrero antes de salir del trabajo, estaba tomando un curso de Cosmética orgánica con Patricia Cruz, de Alto del Valle. Ella aparte de enseñarme a hacer jabones sólidos, bombas efervescentes y sales, ella sabía mucho de fitoterapia, que es lo de las propiedades de las flores".
Apenas aprendió, en abril, se lanzó a una feria en el Parque Ecuador. Le fue bien, lo cual la motivó a continuar en este emprendimiento.
"Sentí que iba bien encaminada. En junio estuve en el Clóset de Julieta que fue la primera feria grande en la que participé. Ahí me reencontré con emprendedoras y también me di a conocer mucho más. Me fue bien. Me he potenciado en las redes sociales. La gente me empezó a preguntar más cosas, me pidieron aceites. La verdad es que soy muy receptiva con respecto a lo que me están pidiendo. Hay personas que están buscando mucho lo orgánico. Lo industrial está quedando atrás. Buscan cosas más locales", dice sobre su marca, cuyo título es una mezcla naturaleza y su nombre. Además del eslogan "Aromas del sur", que "siempre estuvo claro. Quería que me identificaran con los aromas que estaban acá", añade.
Todo natural
Jabones, bombas efervescentes, aceites esenciales, aguas de rosas y azahar, son parte de sus productos que ha ido innovando. "Se me ocurrió hacer aceites en roll on, porque también tengo en gotario. También hice una versión energizante, con limón, mandarina y rosa mosqueta. Mi fuerte son los jabones", cuenta.
Para su elaboración usa coco, glicerina, manteca de karité y aceites de rosa mosqueta, almendras, avellanas. Son aceites que permiten aguantar otros aromas, así como flores, frutas y todo lo que se le ocurra.
"Sé que hay otras emprendedoras en lo mismo, pero trato de diferenciarme. En mi caso, es con las bombitas, así como el colorido y los aromas. Lo que vendo es todo orgánico, a lo más lo único importado son algunas bases. Las plantas o flores las tengo acá. También voy a ferias a comprar cosas, como harina de naranja a una emprendedora. Hice un jabón con eso. Trato de apoyar a personas", dijo.
Además, Natalia le gusta ir innovando y no quedarse pegada con lo que todos saben. Si le dan una idea, lo prueba.
"Estoy contenta, porque siempre creo que en mi vida me he tenido que reinventar. Ahora emprendí algo propio, me arriesgué. No me dormiré en los laureles. Esto me apasiona y me gusta", señala sobre Nathuralya, que se puede contactar vía Facebook o Instagram.
"Sé que hay otras emprendedoras en lo mismo, pero trato de diferenciarme"
Natalia Sáez"