Demolición de un cine desata ola de nostalgia en Tomé
Vecinos opinaron acerca de las obras que se ejecutan en el edificio que albergó por años a uno de los centros de entretenimiento más querido de la comuna.
Historias de pololeos, asombro, amistad y buenos ratos entre familias y amigos, se vienen a la mente de los tomecinos cuando pasan por el frente del antiguo cine de la comuna y comienzan a ver las ruinas que va dejando su demolición.
"La tía nos traía cuando venía a pololear, le daban permiso de salir solamente con los sobrinos, entonces nos alegrábamos mucho porque en nuestra época el cine era algo bastante asombroso. Ví muchas películas en esa época, era lindo ir a compartir con la familia y los amigos, era la entretención para todos", relató la tomecina Sonia Sanhueza.
"Voy a echar de menos el edificio. Aunque ya no estaba el cine, era bonito pasar por el frente y recordar tantas cosas", agregó.
Similar opinión es la de Jessi Solar. "Cuando chica fui por primera vez al cine con mis papás y la impresión fue extraordinaria. La experiencia fue indescriptible. Ver esa pantalla tan enorme, en esa época, era tremendo. No todos tenían televisión y yo jamás había ido al cine. Son recuerdos inolvidables y fantásticos y ahora poco a poco se han ido perdiendo, siento una gran tristeza por la demolición", manifiesta la trabajadora textil.
"Antes de que cerraran el cine, vine con mis hijos y esa fue la primera vez que ellos veían una película en pantalla grande y así, como ellos, muchas familias compartieron y se entretuvieron en este lugar", expresa.
Con mucha nostalgia por la demolición del inmueble, Patricia Torres explica sus sentimientos al ver el avance de las obras. "Para mí es horrible que tengan que tumbar el edificio, porque es una reliquia histórica para Tomé, está lleno de recuerdos. La juventud no pudo vivir la experiencia de conocer ese teatro, que fue para nosotros un sitio muy especial", señala.
"Independientemente de lo que hubieran decidido hacer con él, si lo vendían y lo convertían en otra cosa, estaba bien, pues por lo menos lo podíamos seguir viendo y visitándolo. Creo que debieron haber dejado el edificio como parte de nuestra historia. Es parte del patrimonio de Tomé", adiciona la vecina.
"Cuando era chica venía mucho con mi hermano, él siempre me traía y veíamos juntos películas, entonces para mí es un sitio lleno de grandes recuerdos, al igual que la fábrica de lana, que son parte de nuestras vidas", puntualiza.
Al ser consultados por los permisos y la naturaleza de las obras, desde la Municipalidad de Tomé se indicó a La Estrella que éstos pertenecen a una empresa privada que solicitó los respectivos permisos para llevar a cabo el proceso de demolición, documentos que cumplen con toda la normativa.
"Creo que debieron haber dejado el edificio como parte de nuestra historia"
Patricia Torres,, vecina de la comunidad"