Alfonso Levet G.
Un hombre y una mujer fueron detenidos por su presunta responsabilidad en el robo de una botillería en Tomé.
A plena luz del día y premunidos de armas de fuego, tres ladrones robaron licores, cigarrillos y dinero en efectivo desde el interior de la botillería Costanera de playa Bellavista, en Tomé. Otros dos individuos esperaban en un auto en el que todos se dieron a la fuga.
La denuncia de una testigo presencial que anotó la patente del vehículo fue clave para dar inicio a un operativo policial que culminó con la detención de la pareja. "Se inició una persecución hacia Lirquén, donde en el sector de población Baquedano dimos con el paradero de dos personas que estaban conduciendo el vehículo", detalló el comisario (s) de la 1° Comisaría de Tomé, capitán Rafael Ramírez.
El oficial relató que entre las pertenencias de la mujer se encontró una mochila con parte del botín que habían robado. Sin embargo, "el armamento no fue encontrado, pero se están haciendo las diligencias para encontrar al resto de los responsables del delito", agregó.
El comerciante había abierto el local pocas horas antes del atraco, por lo que se presume que no había mucho dinero en la caja.
El local no contaría con cámaras de seguridad, por lo que la identificación de los restantes responsables del asalto dependerá exclusivamente de las diligencias investigativas instruidas por el Ministerio Público a la Sección de Investigaciones Policiales de Carabineros y de los testimonios que pudieran entregar los testigos.
Los dos detenidos pasaron a control de detención y trascendió que ya fueron reconocidos por el comerciante afectado.
Consultado por el hecho Víctor Saavedra, dueño del local, se excusó de referirse al tema, aduciendo que desde la Fiscalía le pidieron no comentar los hechos, porque hay una investigación aún en curso para dar con el paradero de los otros sujetos.
Entorno
El local comercial afectado es la única botillería del sector y, de acuerdo a residentes del sector, no es habitual que ocurran hechos como el señalado. "El fin de semana robaron a unas abuelitas, yo creo que es por las fiestas que los tipos andan haciendo tonteras", dijo una vecina que prefirió reserva de su identidad. El negocio volvió a abrir, pero con una reja que protege a las personas que trabajan allí.