Karen Loreto Retamal
Está a miles de kilómetros de Chile, específicamente en Sídney (Australia), donde no trabaja en la entretención ni la televisión. Al contrario, realiza lo que allá denominan "cleaner", o sea, en limpieza. Sin embargo, la ex vedette de Talcahuano Tatiana Merino está feliz y viviendo un panorama de inmigrante muy distinto al que experimentan muchos extranjeros en el país.
Desde allá, la showoman explica las diferencias entre un estado y otro, donde lo que sucede en esta larga y angosta franja de tierra dista mucho de los australianos.
"Lo que veo distinto con Chile, es que a Australia no puedes llegar más que en barco o avión. En Chile puedes llegar por todos los medios, porque tienes fronteras muy cerca. Acá sólo es el mar. El 'colador' que hay con los inmigrantes es más grande", señala.
De igual modo, la barrera del idioma también marca un punto importante, ya que el inglés es el que predomina y quienes llegan de afuera no siempre lo manejan.
Pero eso no es impedimento para trabajar. "Acá pagan bien. No te pagan menos por ser inmigrantes. Aunque llegando aquí trabajé con sudamericanos, y por ser chileno y no tener el idioma, se aprovechan y te pagan poco. Siempre habrá un latino que se aprovecha", sentencia.
Claro que el australiano es lo más honesto que hay, asegura. "No se aprovecha, porque para ellos eres una persona. Esa es una gran diferencia. El australiano te mide por lo que sabes no por quien eres ni de dónde vienes. Te respeta la edad".
Tatiana en Australia trabaja en "cleaner", lo que, según explica, "no es igual que en Chile. Nosotros vamos a hacer el aseo detallista, el profundo. No vas a lavar loza ni hacer aseo. Vas porque esa casa se va a entregar o la entregaron para la venta o arriendo. Si vas a las casas que son de las personas con dinero, son las más limpias. El aseo general ese no lo hacen. No es hacer camas ni cocinar, ya que ese trabajo es muy caro acá. No todo el mundo tiene para pagarlo, sólo las personas millonarias".
Es que, como cuenta, allá la mano de obra es cara. Quienes trabajan en construcción, poniendo un calefont o de costurera, cobran por su trabajo. "Mandar a hacerse un vestido con una modista es carísimo", ejemplifica.
Un mundo para vivir
Tatiana Merino lleva un par de meses en Sídney, una ciudad donde hace varias décadas viven su madre y su hermana. Fue para la celebración de sus 50 años cuando decidió que no regresaría a Chile. Y no se arrepiente.
"Si bien hoy estoy empezando, quiero independizarme, pero hay que ir paso a paso. Estoy recién aprendiendo inglés. Me gané una beca en la universidad tecnológica, cateteé harto hasta que me la dieron", cuenta.
Quiere aprender el idioma para seguir con lo que hacía acá, cuando incentivaba a las mujeres a explotar su sensualidad.
Pero ¿cómo es el trámite de la visa? Tatiana explica que el tener a toda su familia viviendo en el país le facilita las cosas. Aunque los chilenos, gracias a los tratados, pueden ingresar con menos trámites.
Ella ingresó con visa de turista, pero tuvo que pedir otra, que es la partner visa, la cual se la dieron debido a que ya tiene una pareja por esos lares. Al tener esa, señala, te dan la bridging visa, que "es una visa puente que te sirve para trabajar y tener salud. Tengo que esperar dos años para que la bridging visa se active y pueda tener la residencia", dice.
-¿Es un buen país para desarrollarse?
"Sí, es un país que te da muchos oportunidades. El que se quiera morir de hambre, lo va a hacer. Aun así, hay personas que acá no quieren hacer nada y el gobierno las ayuda. Tienes que ser residente para que lo haga. Pero es casi imposible. Mi hermana, cuando le va mal en el trabajo y le bajan el sueldo, el gobierno le baja todo, el arriendo, las cuentas, todo. Pero si sube, le suben también. En cambio en Chile, el sistema te lleva a la quiebra. Otro ejemplo es mi mamá, que artísticamente está cumpliendo 50 años, menos mal que se vino para acá. A ella le pasa algo, le atienden y le dan sus remedios. Los hospitales son como las clínicas privadas. En Chile no pasaría eso".
Hoy Tati no quiere irse. Encontró el amor en un australiano, con el que practica el inglés.
"(El australiano) No se aprovecha, porque para ellos eres una persona. Esa es una gran diferencia. El australiano te mide por lo que sabes no por quien eres ni de dónde vienes"
Tatiana Merino"