Apoyo es clave en el servicio de Oncología
Padres dan la pelea junto a sus hijos que son pacientes de Oncología Infantil del Hospital Regional, donde el núcleo familiar también recibe contención.
Como un cambio radical en sus vidas enfrentan las familias de los niños internados,los tratamientos que reciben en la unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Regional Guillermo Grant Benavente en Concepción.
"Estos días no he dormido casi nada" confiesa Pamela, madre de Bastián, quien hace algunas semanas fue diagnoticado con Linfoma no Hodgkin, un cáncer que afecta el sistema inmunitario de los pacientes.
redes de apoyo
El pequeño de tres años ha enfrentado los tratamientos con una entereza admirable, cuenta su mamá, para quien el proceso, sin embargo, ha resultado sumamante desgastante, tanto en lo físico como en lo emocional.
"Uno va aprendiendo a lo que se va enfrentando sobre la marcha. Es un golpe muy fuerte y sin las redes de apoyo familiar sería muy difícil", explica. "Al principio no quisimos divulgar mucho lo que estábamos viviendo, pero fuimos contando de a poco y finalmente es lo mejor: tenemos un gran apoyo".
Los niños también ven transformadas rotundamente sus rutinas. El no asistir a clases ni ver a sus compañeros puede llegar a ser muy difícil, porque finalmente son su mayor contención, además de sus familias.
Generalmente durante las mañanas se hacen chequeos y visitas médicas, mientras que en la tarde son las visitas de familiares.
Además existen varias agrupaciones externas que visitan a los pequeños semanalmente y hacen más llevaderos los largos días de hospitalización. Para la época navideña hay actividades prácticamente todos los días; en invierno, en cambio, se suspende la mayoría para evitar el contagio de los pacientes con enfermedades invernales que compliquen sus tratamientos.
Un gran porcentaje de los pacientes proviene de otras comunas de la región, lo que provoca un cambio total en las dinámicas familiares. Uno de los padres, más frecuentemente la mamá, se traslada a vivir a Concepción para acompañar a sus hijos durante las hospitalizaciones, lo que al comienzo de los tratamientos puede extenderse por varias semanas.
Aunque la hospitalización y tratamiento no tiene costo alguno para los pacientes de los pacientes, el solo traslado a otra ciudad implica incurrir en gastos que terminan resintiendo el bolsillo.
compañeros de curso
Alexandra cursa sexto básico, pero lleva varias semanas internada en el hospital porque se le diagnosticó una leucemia que obligó a iniciar un tratamiento de manera casi inmediata.
"Estar en otra ciudad ya es difícil, pero en el caso de Alexandra ha mantenido el contacto con sus compañeros", relata su madre Carolina, que la acompaña diariamente.
Desde Chillán le llegan mensajes de apoyo de sus familiares y compañeros de curso, lo que ha logrado animarla lo suficiente como para enfrentar el tratamiento. "Es un golpe muy fuerte. Si no fuera por la ayuda que nos han dado aquí en el hospital todo sería aún más difícil, de verdad estamos muy agradecidos de todo el equipo", comenta Carolina.
contener a las familias
El cuidado de la salud emocional de las familias también es fundamental. "Lo primero es eliminar una sensación de culpa que aparece con preguntas del tipo: ¿qué hicimos?, ¿qué no hicimos", comenta la psicóloga de Oncología y Pediatría del hospital regional, Paula Rodríguez.
"Las familias, y sobre todo los padres, viven una etapa de negación de la realidad que dura en promedio tres semanas. Durante ese tiempo se van adaptando a las rutinas que deben enfrentar, pero en realidad lo que quieren es que todo sea como un mal sueño del que pueden despertar", detalló la profesional.
Los casos en los que los niños finalmente terminan venciendo el cáncer son la mayoría, y luego del duro período que deben enfrentar, las familias acaban tomando todo como una suerte de aprendizaje.
"La mayoría de las familias termina fortalecida y más unida luego de estos episodios", detalla Paula Rodríguez, aunque también existen casos en los que hay que seguir trabajando para contener a las familias incluso una vez terminados los tratamientos respectivos.
"Lo primero es eliminar una sensación de culpa que aparece en las propias familias"
Paula Rodríguez,, psicóloga"
4 grupos externos en promedio llegan semanalmente a hacer actividades con los niños.