103 años de lucha y nuevos desafíos al lado del Biobío
La población Pedro del Río, conformada en sus inicios por migrantes llegados del campo, pasó por transformaciones y hoy está a la espera de la concreción de nuevos desafíos.
De acuerdo a lo indicado por el Libro de Oro de Concepción, el 9 de octubre de 1908 la municipalidad penquista aceptó la donación de terrenos hecha por Pedro del Río Zañartu, Arístides del Río, Celedonio del Río y Luis Escobar. El barrio, denominado "Pedro del Río", nació con dos calles y fue incorporado a la ciudad el 4 de junio de 1914.
En otro libro, titulado "Memorias a Orillas del Bío Bío" y publicado el 2000, los autores Adrián Lasalle y César Cabrera, mediante diversas entrevistas a vecinos del barrio, logran reconstruir la historia de la población. Algunos de esos habitantes, ya fallecidos, se referían a esos primeros años, cuando el terreno donde hoy se ubica el sector eran vegas, lagunas, morrillos y pajonales.
Según señala el citado texto, al alero de Ferrocarriles del Estado, se crea la llamada Sociedad de Habitaciones, por la cual comienzan las primeras construcciones que hoy están más cerca de la avenida Padre Hurtado.
En estos primeros años, la relación con el río Biobío era muy estrecha. "Cuando yo era joven, venían una balsas del campo. Venía un inquilino a vender la leña para entregar a la Estación"", señala uno de los primeros testimonios documentados.
Transformación
Ernestina Gatica, presidenta de la junta de vecinos de la población, señala a La Estrella que desde la conformación del asentamiento hasta 1973, la gran mayoría del barrio estaba integrada por familias que habían llegado desde los campos y, de algún modo u otro, se habían instalado allí. "A pesar de la sencillez de las viviendas, todas contaban con servicios básicos, situación que cambió a partir de ese año", dijo.
Posterior a eso, asegura la dirigenta, muchas familias que no venían necesariamente de áreas rurales pedían al municipio una solución habitacional y se les otorgaba una mediagua hacia el lado del río.
"Al año 90 había tres costaneras, no había donde colocar más casas y las propias familias rellenaban los terrenos, algunos, por la premura, no lo hicieron, se instalaban en cualquier parte", sostiene.
Un período clave para la historia de la población Pedro del Río se vivió entre mediados de la década de los noventa y mediados del primer decenio de los 2000. Fueron tiempos difíciles, plagados de reuniones, movilizaciones y disputas, pero también un tiempo abarrotado de esperanzas por alcanzar una mejor calidad de vida.
"En 1990 surgió un proyecto que eliminaba a la Costanera y olvidaba de que aquí vivían dos mil familias", indicó. La dirigente relató que dicho plan contemplaba la erradicación total de las familias y la construcción en esos terrenos de complejos habitacionales de alto valor comercial y deportivos.
"Nos querían llevar al Cerro Centinela de Talcahuano y a Boca Sur", dijo. Ante eso, sostiene la dirigente, "los vecinos trabajamos en varios proyectos a corto, mediano y largo plazo con la idea de radicar a los pobladores y mejorar sus condiciones".
"Hubo movilización y puedo decir que la actual infraestructura es producto de nuestra lucha", acota. Así surgió la organización, el ahorro, las reuniones, los rellenos (1996) y el 2000 se entregaron la primeras 740 viviendas, de un total de mil 500 que fueron habitadas en 2005.
Desafíos
Hoy, como muchos barrios del Gran Concepción, la Pedro del Río Zañartu sufre de varios problemas, que, en este caso, son la falta de mantención de las viviendas y de las calles. Sin embargo, los proyectos que la diferencian de los otros son el soterramiento de la vía férrea y la entrega de soluciones habitacionales a un grupo de 180 personas conocidos como "Los Nacidos y Criados".
Ernestina sostiene que para concretar dichos proyectos, hoy se están viviendo días claves dada la discusión del nuevo Plan Regulador de Concepción. Explica que al lado de la población, lugar en donde hoy se emplaza una cancha de fútbol, el plano lo estableció como "de equipamiento", por lo que, de concretarse allí, al lado del Cerro Chepe, habría un parque, terrenos para iglesias y sedes sociales.
También está el ensanche de Temístocles Rojas, el mejoramiento de varias calles, la prohibición de instalación de grandes negocios y el mejoramiento de las luminarias públicas.
"Pedro del Río y Costanera ha sido una comunidad solidaria, tolerante, dinámica. Hecha de esfuerzo y trabajo".
Adrián Lassalle y César Cabrera,
autores de "Memorias, a Orillas del Biobío""