Juan Pablo Fariña López
Cansados de los camiones que circulan frente a sus casas se encuentran los vecinos de la población Carlos Condell de Lirquén, quienes colindan con un acceso al puerto. Según afirman, el tránsito a diario de las máquinas de carga genera molestos ruidos y daños en la calle, lo que aumenta la vibración, afectando también las estructuras de sus hogares.
"A una se le mueve toda la casa y los conductores tampoco reducen la velocidad por la línea del tren. Además rompen la calle y el lado de nosotros fue hecho por pavimentación participativa", dijo Maritza Gatica, quien vive hace más de 40 años en el sector.
Tomás Bustos indicó a su vez que "los camiones pasan a toda hora y uno no puede descansar bien para ir a trabajar. Hace años alegamos como vecinos, pero no pasó nada concreto. La calle está toda rota junto con las veredas e incluso los suelos de algunas casas están trizados por lo mismo. Además mínimo una vez al año cortan los cables del tendido eléctrico y a veces se generan cuetazos que queman aparatos eléctricos. Nadie se hace responsable de eso".
Sobre ese punto, Margarita Alarcón sostuvo a su vez que "uno se lamenta, porque cuesta compra esas cosas y realmente llegamos a saltar en las noches por los camiones".
Respecto a esta problemática, Rodrigo Soto, secretario técnico de la Municipalidad de Penco, señaló que "es probable que el camino no esté en buenas condiciones por el paso de los camiones, generando ruido. No tenemos antecedentes si eso afecta directamente al sistema eléctrico, pero acá las puertas están abiertas para que los vecinos nos presenten sus inquietudes y nosotros podamos ver todo en terreno".