Mario Saavedra Ponss
A puro serrucho, porque no puede utilizar herramientas eléctricas, Claudio Garcés de 62 años, ha reconstruido su casa arrasada por los incendios forestales del verano, en el sector La Palma, de Hualqui. "Con una cortadora sería más fácil, pero no tengo luz. Han sido seis meses así, ya, sin energía", contó el ex conductor de micros que se hizo conocido por pernoctar en el pickup de su camioneta quemada, tras haber perdido todo por el fuego.
Desde su casa, rodeada de árboles carbonizados, Claudio relató que "yo antes tenía luz con Frontel. Pero las líneas de cable se quemaron todas. Aquí el fuego lo envolvió todo". Añadió que "se nos ha hecho difícil, sobre todo a mi esposa que es no vidente. Ella necesita electricidad para su radio y televisión, con eso ella se acompaña, se siente menos sola cuando estoy en el campo. Por eso estamos lejos, ella se fue con mi hija a Chiguayante y yo la espero, hasta que vuelvan a darnos corriente. Además, se pasa mucho frío".
Son 15 familias
El chofer jubilado dice alimentarse "sólo de sopas para uno" desde hace seis meses, "porque la comida no me dura al no tener refrigerador", según explica. "No soy el único con este problema. Acá somos varios damnificados por los incendios, que perdimos nuestras casas que que estamos sin luz", afirma.
La Estrella consultó a la Municipalidad de Hualqui, que ha ayudado con las gestiones con la empresa a los vecinos, respecto al catastro de aproblemados por la falta de energía. Pablo Valenzuela, director comunal de Protección Civil y Emergencias, indicó que "son alrededor de 15 familias en diversos sectores que fueron afectados por los incendios".
Arturo Novoa, otro damnificado que vio su casa arder frente a sus ojos durante el verano, indicó que "se me pudre la comida, han sido seis meses terribles. Estamos aislados, no nos podemos informar, escuchar radio, ver televisión. No tenemos ni cómo cargar los teléfonos. Una vez, incluso, unos maestros nos facilitaron un cable y nos colgamos al tendido de las casas que sí tienen luz. Y desde Frontel nos vinieron a decir que nos multarían. Imagínese, yo era un cliente que pagaba siempre su cuenta y ahora nos tienen en el olvido, sin solución".
Respuesta de Frontel
Consultada la empresa por ambos casos, Denny Vargas, jefe del Servicio al Cliente de Frontel Biobío, afirmó que los empalmes domiciliarios están construidos pero no conectados debido a "que a la fecha no hemos recibido los certificados de las instalaciones interiores que exige el procedimiento establecido por la SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustibles) para la conexión de viviendas de emergencia. Este certificado es emitido por el instalador autorizado que construyó la instalación interior, sin este documento no es posible conectar".
Desde el municipio, Valenzuela señaló que "hemos tenido diversas reuniones, desde el departamento de Obras, del alcalde, yo mismo, con la empresa".
Los vecinos, por su parte, indicaron que esperan que las autoridades los ayuden a gestionar lo necesario para mejorar su calidad de vida. "Lo que nos tocó vivir fue una tragedia inesperada. Se esperaría un poco más de empatía", comentó Arturo Novoa, vecino de La Palma.
"Nos tocó vivir una tragedia inesperada. Se esperaría un poco más de empatía".
Arturo Novoa, damnificado"