La palabra vocación proviene del latín "vocatio", que significa "llamado", en este caso, a llevar un tipo de vida determinada. Y en esto nos podemos encontrar con las vocaciones de vida o profesionales. Estas últimas jugarán un rol importante para nosotros, donde escogemos una actividad profesional a desarrollar por, tal vez, 40 años de nuestras vidas.

Será por esta vocación, que abandonaremos nuestra casa a las siete de la mañana, y retornaremos a ella doce horas más tarde, que postergaremos nuestros hobbies, nuestras reuniones con amigos, para cumplir con nuestro deber en alguna empresa. Será por ella, que dejaremos a nuestros hijos en alguna sala cuna o jardín infantil, para que otras personas cuiden de ellos, ya que nosotros estaremos cumpliendo con nuestra vocación en algún lugar de trabajo.

Descubrir a tiempo aquello que nos entusiasma realizar es radical para nosotros. Porque no contamos con una segunda oportunidad para vivir nuevamente la vida que nos gustaría, pues esta es ahora. Es ahora cuando, si nos preguntan acerca de nuestra profesión, debemos decir orgullosos que estudiamos aquello que nos llena el alma.

Motivemos a nuestros jóvenes, que aún están a tiempo, a que descubran sus talentos o potencialidades, para que luchen por trabajar en ellos; y vivan así, de forma realmente plena su vida, y puedan construir con su trabajo, un mejor país para todos. Cuidemos su vocación, pues ellos son el futuro de nuestra sociedad.

Concepción

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