Dejó todo en su país para poder rehabilitar a su hijito en Conce
Edison Calahorrano es abogado con nueve años de carrera en Quito, pero hoy maneja Uber en el Gran Concepción. Pese al drástico cambio, dice estar feliz y esperanzado con las terapias. Su historia conmueve a sus pasajeros.
Edison Calahorrano, abogado con nueve años de carrera en Ecuador, dejó su trabajo en Quito para venir a Concepción y comenzar una nueva vida, conduciendo un Uber. El radical cambio, contó, lo hizo para ayudar con la rehabilitación de su hijo, quien tiene una parálisis cerebral. "Escuché que en Chile había algo que se llamaba Teletón y que ahí le podrían dar el tratamiento que necesita", explica.
El profesional, especializado en temas administrativos, laborales y políticas públicas, no puede ejercer libremente sin revalidar su título en Chile. El trámite es engorroso y lento.
Uber por la noche
Aún quedan varios meses antes de poder ejercer leyes, así que, mientras tanto, "me estoy dedicando a Uber, especialmente por las noches, porque me deja tiempo para dedicarle a mi familia y a mi hijo, durante la mañana, que es cuando lo traemos a sus terapias en la Teletón de San Pedro".
Los pasajeros de Uber que se dan cuenta que Edison es ecuatoriano y que al conocer su historia, se conmueven. "Durante el parto, mi hijo Manu tuvo un problema respiratorio que no fue atendido correctamente, lo sedaron sin nuestra autorización y eso le provocó una parálisis cerebral con daño motriz y cognitivo, con un año de retraso para su edad", señala.
El abogado detalla que en Ecuador no hay tratamientos integrales para lo que el menor necesitaba. Aclaró que los que existen, no están tan avanzados como en Chile y que son extremadamente costosos, incluso para un profesional.
Dan con especialistas
"Habíamos escuchado de la Teletón por un cuñado que vive acá, quien nos contó que es una obra que se dedica a la rehabilitación de niños con falencias motrices y, sobre todo, con parálisis. Mi esposa se tomó el tiempo de investigar. Les escribimos correos y ellos se comunicaron con nosotros también y nos dijeron que estaban en capacidad de atendernos, pese a que fuéramos extranjeros", indica el papá ecuatoriano.
Dar el gran salto fue complejo. Edison tenía una buena pega en su país. Era asesor jurídico de la Asamblea Nacional, equivalente al Congreso, que le daba estabilidad y seguridad. Pero nada de eso, explicó él, se comparaba a la importancia de que su pequeño Manu contara con los cuidados que requería. "Dijimos ya, vamos, a mediados de 2016, sin estar muy seguros de qué iba a pasar", dice.
Pero resultó que él y su esposa encontraron tan buen recibimiento en Concepción y San Pedro de la Paz, que decidieron quedarse, y buscar trabajo para seguir en la capital penquista.
"Lo atendieron profesionales que lo han ayudado mucho. De hecho son, a veces, hasta cuatro personas quienes están preocupadas de tu hijo y eso es increíble. Hemos notado cambios y avances. Todo ha salido muy bien y estamos contentos". Lo único que les complica, expresa, es el frío. "Allá en Quito prácticamente no hay invierno, la temperatura siempre bordea los 30 ºC de temperatura".
Caso emblemático
Edison y su esposa, Diana Cornejo, han luchado para denunciar una presunta negligencia de la clínica, en donde atendieron el parto. Según cuenta ella a La Estrella, "inicié una campaña en Facebook y comenzaron a etiquetar más mamás que tuvieron problemas con ellos". Ahora, relata, quieren que la historia de Manu no se repita. Exigen una investigación justa y el cierre del centro asistencial. Cabe apuntar que su campaña ha sido publicada en distintos medios de prensa ecuatorianos.