Reciclaje, la tendencia que no es tendencia en Chile
El Reciclaje es una de las tres famosas erres de la sustentabilidad y sostenibilidad. Las otras dos erres son la Reutilización y la Reducción, esta última poco explotada en campañas medioambientales por estar relacionada a un proceso y no a algo tangible y, desde el punto de vista de la efectividad, es la que mejores resultados obtiene en el ámbito social, pero no así en el industrial. Reducir también implica consumir menos, o sea comprar menos cosas que no necesitamos. La situación actual chilena, que pasa por un momento de alta conectividad digital, más no así social; muestra a cada individuo sumergido en su propio mundo ensimismado en sus aparatos electrónicos. En este punto son culpables la empresa, que oferta en ciclos cortos productos con pequeñas o casi nulas diferencias; y los consumidores, que sienten la necesidad de adquirirlos para no "quedarse atrás", generando una gran cantidad de desechos.
Si Chile quiere reciclar, primero debe actuar sobre las carencias sociales. El reciclaje es un acto reflejo de una sociedad madura, interconectada, informada y educada. Las nuevas generaciones están en un estado de desinterés agónico, y pertenecen a un sistema basado en la inmediatez. El reciclaje no posee consecuencias medibles a corto plazo, y tal vez una sociedad que necesite respuestas rápidas no esté interesada en esperar y ver cómo las acciones sumadas a futuro permitirán mitigar las degradaciones ambientales, que cada vez son más agresivas.