Calefacción segura
Las bajas temperaturas obligan encender calefacción en nuestros hogares. Sin embargo, y pese a las necesidades del clima, poco sabemos de los cuidados y precauciones que se debemos tener. Lo primero que debemos hacer es chequear el estado en que se encuentra nuestra estufa, acción que debe ser realizada por un especialista y antes que la encendamos por primera vez.
Existen además recomendaciones que son generarles a cualquier tipo de calefacción, sea ésta eléctrica, de gas o leña, como sucede con la ventilación. Los espacios debieran tener siempre algún grado de ventilación, ya que todas (excepto las eléctricas) consumen oxígeno mientras funcionan y ante una mala combustión, pueden liberar concentraciones peligrosas de monóxido de carbono. Por eso no debiera usarse estufas de gas o kerosene (parafina) por más de dos horas seguidas.
Todos los equipos debieran instalados por un técnico certificado y que el aparato no sea de fabricación casera, pues la aislación del calor interior será determinante.
Las estufas de leña son las más usadas, sin embargo los usuarios se despreocupan de realizar las mantenciones adecuadas y por eso son tan frecuentes los recalentamientos o inflamación de chimeneas.
Para mantener las condiciones de seguridad durante la combustión, sólo calefaccionar con leña seca y certificada, así se evitan fuegos humeantes; nunca utilizar líquidos inflamables o combustible para prender el fuego (cera, gasolina u otros), ni quemar plásticos o desechos que puedan eliminar gases tóxicos y nocivos al ser inhalados.