A 27 años del último título del mundo peleado en Talcahuano
Boxeadores choreros que estuvieron a un par de metros del combate y que habían "guanteado" con el retador chileno, hablan de aquella velada.
L os menores de 30 años probablemente no lo sepan y los mayores, es muy posible que tengan recuerdos difusos, pero lo cierto es que ayer se cumplieron 27 años desde la última vez que se peleó un título mundial de boxeo en Talcahuano. Si, tal como leyó. El coliseo La Tortuga fue, por unos días, el epicentro planetario en el deporte de los guantes al disputarse el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) por la categoría Minimosca (47,627 a 48,988 kilos) entre el campeón puertorriqueño José "Cagüitas" De Jesús y el retador chileno Allí "El Maquillador" Gálvez.
¿El resultado? Las casi cinco mil personas que esa noche llegaron al reducto chorero volvieron a sus casas tristes, tras ver cómo el chileno, al minuto y 35 segundos del quinto round, caía derrotado por nocáut tras recibir un potente cross del caribeño.
"Esa noche vimos la diferencia tremenda que existe entre la preparación de un campeón del mundo, su equipo y el paupérrimo equipo que tenía Allí Gálvez para ir a un campeonato del mundo", sostiene Daniel Villarroel, presidente de la Asociación de Boxeo Talcahuano-Hualpén y uno de los pugilistas que el 5 de mayo de 1990 combatió en los duelos preliminares.
-¿Qué significó para un joven como usted, en ese momento, ser parte de un evento de ese nivel?
"En ese tiempo estábamos juntos como Agrupación de Boxeo de Talcahuano, que la traía Don Gastón Villarroel desde 1980, aproximadamente. Siempre que habían peleas en La Tortuga, nosotros estábamos ahí. (Martín Vargas peleó por combates profesionales dos veces ante más de 12 mil personas). Me acuerdo de que estaba repleto y de eso se aprende, porque usted ve a un campeón del mundo con médicos, con familia, con sparrings, con sicólogo, con abogado, con dos entrenadores de categoría profesional que ha recorrido América Latina, Estados Unidos, Japón… en fin, con un bagaje cultural deportivo tremendo para la época. Vivimos la premura ya en el segundo round, ante la superioridad del campeón. Sin quitarle méritos a nuestro retador, ahí vimos la gran diferencia entre la ciencia del boxeo y el empuje, las ganas".
-Pero la preparación de Gálvez debe de haber sido buena. Él estuvo concentrado a full y entrenando con todo en la Isla Quiriquina...
"Efectivamente. El manejador de la época tenía la costumbre, que nosotros no compartíamos, de encerrarlo, no dejarlo estar con la gente, con el público, porque lo que queríamos nosotros y toda gente de Talcahuano era ver a nuestro campeón, verlo entrenar, pero no, se lo llevaron a la isla. Craso error que también cometieron con Martín (Vargas). Aunque la segunda vez que vino Martín fue distinto, porque peleó contra un campeón argentino de la época, donde también hice un preliminar. Esa segunda vez estuvo más en La Tortuga practicando y quedándose en una residencial de Talcahuano, entonces tuvimos más posibilidades de acceso con él. Es que Martín es un ícono del boxeo chileno".
Otro boxeador local que fue testigo directo de este combate, fue Gastón Villarroel, entrenador chorero de extensa y reconocida trayectoria. "Recuerdo que efectivamente había harto público, porque Gálvez fue un referente del boxeo amateur y profesional. Él obtuvo varias medallas de plata y de oro en los juegos que se hacen a nivel internacional y nosotros, en ese aspecto, le tenemos mucho respeto por sus actitudes arriba del ring. Era muy varón. Pero en cuanto al profesionalismo, en realidad, estamos lejos. Pienso que debemos de tener técnicos calificados a nivel mundial. Creo que de eso adolescemos (...) Al boxeo, en este instante, hay que verlo como una ciencia del deporte, porque ya no estamos en los tiempos antiguos y en este sentido, Allí, en el amateur era un personaje, pero en el profesionalismo es muy difícil", sostiene.
Preliminares
"Recuerdo esa pelea contra Cagüita De Jesús y la verdad es que el campeón hizo lo que quiso con nuestro retador. Bien claro. Nosotros hicimos los preliminares en aquel tiempo. Yo tenía un club deportivo que se llamaba Vega Monumental y estuvimos a cargo de los cinco preliminares en aquella oportunidad. Anduvimos bien, pero quedamos amargados por la pérdida de Allí Gálvez. Es que De Jesús sabía mucho", adiciona.
"Lo otro también es que ellos vienen preparados con su gente, vienen con técnicos, con su manager, con su promotor, con su médico, con su sicólogo, con su sparring y si tienen que traer a la familia, la traen también, que fue lo que sucedió cuando peleó Cardenio con Jíbaro Pérez. Ahí venía un contingente de nueve personas y nosotros apenas el entrenador y si es que es posible un dirigente por ahí", puntualiza.
A 27 años de disputado el título mundial en nuestro puerto, Daniel Villarroel sostiene que, tal como antes, el interés y las ganas de triunfar no han cambiado, pero sigue faltando más capacitación, ciencia y estudio del deporte.
"El boxeo es un deporte que tiene los mismos principios que el atletismo, la natación o el fútbol. Entonces aquí hay dos cosas que analizar. Uno es la capacidad intelectual que se tenga de la esquina del pugilista, para saber de boxeo y cómo se enfrenta un combate profesional y segundo es tener la oportunidad. Entonces, a 27 años de ese combate, nosotros, reitero, vimos inmediatamente en los entrenamientos previos del campeón y de nuestro retador, que corazón y pasión no bastan. Basta profesionalizarse en el deporte. Estamos hablando de boxeo profesional y eso implica ir a los Estados Unidos, ir a Colombia, a México, estar en Las Vegas, estar en los hoteles, ser uno más del montón. Nosotros hemos tenido esa oportunidad por otros aspectos de nuestra vida laboral, siempre hemos ido al boxeo y usted se encuentra con 500 pugilistas categoría pluma, mil pugilistas categoría 52 kilos, es decir, hay que tener un background. Profundizando aún más. Falta background y falta cultura deportiva en el ámbito del boxeo. Hay pasión, hay corazón, pero falta estudio, ciencia y conducta deportiva para que realmente las escuelas de boxeo o asociaciones sean un aporte al desarrollo integral del niño".
-¿Aquí hay otros entes que también deben tomar protagonismo?
"Lo importante es tener una visión, si no existe esa visión, es imposible traspasar la línea de los entes que tienen que ver con el profesionalismo, porque es otro mundo el profesionalismo. Nosotros hemos tenido la posibilidad de compartir con ellos y la tranquilidad mental de un pugilista campeón del mundo, era totalmente distinta a la que tenía nuestro campeón Allí Gálvez. Tuve la oportunidad de conocer a Allí, compartimos algunos guanteos en la Federación Chilena de Boxeo, él era adulto y yo era juvenil, pero hay una tremenda diferencia en la preparación, pero yo diría más en la visión de lo que se quiere con el deportista. En otras palabras, el hecho de que haya existido un Allí Gálvez, un Martín Vargas, un Benito Badilla, un Benedicto Villablanca, un Cardenio Ulloa, es porque Dios es grande".
-Pero todos ellos fueron estrellas hace más de veinte años. ¿Por qué hoy no nacen esas figuras?
"Han habido algunos satélites deportivos, sin desmerecer, pero tenemos hoy a Crespita Rodríguez, que de alguna forma revalidó el boxeo hace algunos años y ha hecho algunos combates que llaman la atención. Cuando hay algo bien hecho, la gente va al boxeo, disfruta de una velada. Guardando las proporciones, nosotros aquí hemos tenido a familias completas disfrutando del boxeo controlado, con las reglas como corresponde. Si hay que hacer un juicio de la situación, me quedaría con que falta una visión mucho más mundialista. Hay que ir a los Juegos Olímpicos, hay que permitir que otras personas tengan oportunidades, gente de experiencia, que siempre pueda cursar y no estas disputas dirigenciales que entrampan la pasión de muchas personas que les gusta el boxeo. Hay que ir a esas gestas preolímpicas, panamericanos y conocer lo que hacen los grandes entrenadores del mundo".
Daniel Villarroel,, juez y ex boxeador"
"Hay pasión, hay corazón, pero falta estudio y ciencia""
"El campeón hizo lo que quiso con nuestro retador"
Gastón Virrarroel,, entrenador"
1990 fue el año en que se llevó a cabo la pelea por el título mundial minimosca en Talcahuano.
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