Jóvenes profes de danza brindan su talento y cariño en los barrios
Los profesionales son todos jóvenes que buscan a través del baile generar valores y deseo de superación.
Cada 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza, arte que para Andrea Fernández debería ocupar un lugar trascendental en la vida de cualquier persona y no tan sólo por los beneficios a la salud que conlleva su práctica, sino también por los espirituales.
"El baile en todas sus disciplinas ayuda a generar confianza, a amarse y a visualizar lo que cada uno puede llegar a hacer (…) La idea es que la gente se quede con lo divino de la danza, ya que a través del movimiento se exponen todas las áreas del ser humano", explica.
Por estos aspectos, la profesional cada sábado se levanta con el mejor ánimo para ir hasta la población Emergencia, en Hualpén, a transmitir todos sus conocimientos en ballet a un grupo de pequeñas niñas de forma totalmente gratuita.
"Lo realizamos en el colegio República del Perú. Las alumnas tienen entre cuatro y siete años. Es tan importante enseñar este arte, pero pocas veces se le da la real importancia que tiene", indica Fernández.
"Es ideal que se enseñe a temprana edad para poder incentivar a los menores a que experimenten cosas nuevas, que sepan que son capaces de realizar arte", añade la profesional. "Por otro lado, muchas veces tienen problemas en las casas o se encuentran en situaciones personales complejas y utilizan la danza como forma de expresión. Además, pueden liberarse en cierto sentido, olvidarse y reírse. Abarca varias áreas. Incluso, algunos lo toman como una forma de relajación también", subraya.
El taller que realiza Andrea es parte de las diferentes actividades que la Fundación Cruzada por los Niños lleva a cabo en ciertos sectores del Gran Concepción.
"Hace tres años que se comenzó con este proyecto, el que busca trabajar con niños en estado de vulnerabilidad. La casa matriz de esta cruzada está en Antofagasta y aquí es como una sucursal. No sólo son talleres de danza, también de pintura y otras disciplinas, siempre buscando generar valores, enseñando de forma holística y mostrando a los niños que pueden realizar tantas cosas. La idea es no limitarnos, menos por sus recursos económicos. De repente ni siquiera sus papás tienen expectativas de que su hijo puede llegar lejos", comenta.
"En todo esto no he trabajado sola, también han participado con mucho amor para enseñar a las niñas, Francisca Vivanco y Flavia Tapia. Asimismo, las monitoras ayudantes Catalina Cuevas y Cinthia Reyes", añade la bailarina que también es profesora de Inglés.
El afro
El baile como arte no reconoce fronteras del mismo modo en que lo hacen otras disciplinas. Incluso, cuando ciertos estilos tratan de trabajar dentro de un marco, el movimiento y la necesidad de cambio constante entran en acción, permitiendo que ciertos estilos se mezclen entre sí. Esto es lo que pasa con la danza afro-guinea que hoy por hoy la imparte en Concepción Carolina Zapata. "Soy parte de Balmaceda Arte Joven y ahí hace un tiempo estuve enseñando este hermoso baile a pequeños de Coanil", indica.
"Me siento orgullosa de haber participado en ese proyecto, porque es súper importante realizar este tipo de trabajos con personas con vulnerabilidad, ya que el arte se debe vivir en todos lados. La finalidad es siempre descentralizar la danza para que todos puedan acceder a ella y experimentarla a concho", agrega la joven, de 29 años de edad.
- ¿Eran muy diferentes esos talleres?
"No, igual de alegres y entretenidas. Continúo realizando el taller en Balmaceda, que está en Tucapel Bajo. Tengo alumnos de 18 años y creo que el mayor es de 29. Aunque si una persona de más edad quiere ingresar no tendría problemas, menos si posee capacidades diferentes porque mis clases son totalmente inclusivas".
En este sentido, explica que la danza afro-guinea se enseña con sonidos de percusión en vivo y que eso la hace ser un baile aún más atractivo para todos.
"Practicarla ayuda en muchos sentidos. Tanto física y emocionalmente. Es una danza muy activa, muy fuerte que ayuda a mantenerte en forma. Además, con el solo hecho de conectarte con la música, con los tambores, ahí mismo se te olvida todo. Todo lo malo, los problemas de la vida pasan a segundo plano. Es como una renovación, una vibración tan intensa del momento, que causa tranquilidad".
"La danza debe ser un arte alcanzable por todos
Carolina Zapata,, bailarina de afro"
"El baile ayuda en lo físico y también en lo espiritual
Andrea Fernández,, bailarina de ballet"
"
"
"
"