Se ponen guantes de boxeo para combatir el avance del Parkinson
Iniciativa de gimnasio penquista Bravo Fitness es única en Chile. Pacientes y kinesiólogos explican sus beneficios.
"Déjame demostrarte cuán grande soy". Una de las frases motivacionales que usaba el legendario Muhammad Alí, acompaña, escrita en una pared, los entrenamientos de 12 penquistas quienes, al igual que el mítico boxeador, padecen de la enfermedad de Parkinson.
El grupo, compuesto por hombres y mujeres, en su mayoría adultos mayores, está utilizando el pugilismo como terapia para aliviar su cuerpo y los temblores que sufren, gracias a clases impartidas por el gimnasio Bravo Fitness Boxing.
Pudo volver al ring
Juan Riffo, de 71 años, era boxeador y entrenador de distintos púgiles del Gran Concepción pero, a los 59 años, comenzaron a aparecer los primeros síntomas del Parkinson.
Según contó, su vida empezó a limitarse en muchos aspectos. Primero, ya no podía coordinar sus movimientos como antes y quehaceres tan sencillos como ponerse la ropa, fueron complicándosele.
"Para mí fue súper complicado porque soy zurdo y justo me afectó la mano izquierda. Empecé practicando un poco en mi casa y noté que me sentía un poco mejor. Y justo, al poco tiempo, se presentó esta oportunidad. Me pasa que, entrenando boxeo, me concentro, me olvido de todo lo demás y siento como si no tuviera esta enfermedad. Los temblores me dan, más que nada, cuando me pongo nervioso", dice Juan.
Mejoran coordinación
Pablo Roa, kinesiólogo y profesor del gimnasio, explica que "con este deporte se trabajan elementos y habilidades que coinciden mucho con todas las deficiencias que padece un paciente con Parkinson, como el equilibrio, la coordinación y la postura. Esas cosas, en un boxeador, son fundamentales".
Añadió que los beneficios son tanto físicos como en su calidad de vida, ya que "aquí comparten con más personas de su condición. Para ellos es una gran experiencia, que les permite liberar su estrés y darse cuenta de que su enfermedad no los limita".
Doris Castillo, vecina de Hualpén, confesó que "nunca en mi vida imaginé que iba a boxear. Entrenar me ha ayudado mucho, me canso menos y me alegro mucho más".
Beneficio gratuito
Macarena Bahamonde, administradora de Bravo Fitness, explicó que el beneficio que aportan a los abuelos es gratuito. "Cuando tuvimos la idea de hacer un gimnasio de boxeo recreativo pensamos, en paralelo, que debíamos tener una política de responsabilidad social empresarial. En virtud de eso, exploramos hacia qué sector podíamos hacer nuestro aporte y, al investigar, aprendimos que en Estados Unidos hay programas con buenos resultados para los pacientes con Parkinson, consistentes en terapias a través del boxeo".
Fue así como, detalló, tomaron contacto con Unión Parkinson Biobío, para contarles que querían replicar esta propuesta. "Ellos aceptaron de inmediato para trabajar en conjunto", señala.
Lorena Bernales, kinesióloga, contó que se enteró por redes sociales de la iniciativa y que, de inmediato, junto a su compañera Zaira Musleh, decidieron contribuir con un granito de arena e integrarse al proyecto, apoyando al grupo. "Apoyamos las clases y las estaciones. Los ejercicios en sacos, ring, los ayuda mucho a dejar de lado la enfermedad para dar su máxima concentración".
Miguel Pino, kinesiólogo y presidente de Unión Parkinson Biobío, señaló que "sabemos que la enfermedad se maneja en varios ámbitos, como en la neurología, nutrición o fonoaudiología y, dentro de todos, el ejercicio físico es lo único que logra que este mal avance más lento".
71 años de edad tiene uno de los pacientes de Parkinson que practica boxeo en el centro.