Alimentarse para aprender mejor
Existe relación entre una adecuada alimentación en la etapa escolar y un buen rendimiento y desarrollo cognitivo. Es así que una alimentación saludable se vincula con mejores resultados académicos. Alimentarse bien, cubriendo las necesidades nutricionales y cumpliendo con la ingesta de los diferentes alimentos, es fundamental ya que si existe una inadecuada dieta, puede afectar la memoria y la concentración. Incluso los niños que presentan una adecuada hidratación tienen una mayor concentración en comparación con aquellos en que su ingesta es insuficiente.
La cantidad de alimentos que los escolares deben consumir depende de su edad y estado nutricional, pero existen recomendaciones generales que no deben faltar como los lácteos, de preferencia descremados, que aportan proteínas y calcio. Se recomiendan 3 porciones al día. También el pescado, que aporta proteínas, hierro, zinc y cobre al igual que las legumbres que se sugiere consumirlas 2 veces a la semana.
Las carnes -de preferencia, bajas en grasas- y los huevos aportan proteínas, hierro y zinc. Se recomienda consumirlos unas 3 veces a la semana. Es importante también el consumo de frutas y verduras por su aporte de vitaminas, antioxidantes y fibra dietética. El consumo es de 3 porciones de verduras y 2 porciones de fruta al día. No deben dejar de comer cereales como arroz, fideos, papas o pan ya que son la principal fuente de energía.