Columna
Gabriel Romero Jefe de carrera Preparador Físico, UST Concepción."
Papás a la banca
Fomentar la realización de actividades deportivas desde que los niños son pequeños es tarea de profesores y padres, un hábito que ,sin duda, se traduce en estilos de vida saludables.
Sin embargo ¿Qué pasa cuando estas jornadas se transforman en espacios de competitividad mal entendida? ¿Cuándo son los adultos los que instan este comportamiento?
Es frecuente que en el fútbol los padres acompañen a los niños a los partidos; no obstante, en ocasiones los gritos de aliento se transforman en exigencias.
El problema es que se cambian los valores que podemos inculcar a través del deporte, por emociones que poco se relacionan con ellos.
Partamos de la base que un niño que se inicia en la "vida deportiva" sólo busca aprender y pasarlo bien, por lo tanto ese es el foco que entrenadores y padres no deben perder, pues la consecuencia podría significar que el menor abandone el juego por temor a decepcionar a sus padres. Una buena y sencilla manera de prevenir acciones de este tipo, es que los entrenadores conversen con los padres respecto a las normas dentro y fuera de la cancha. Sólo de esta forma tendremos a niños que aprenden a competir sin dañar, donde el que en verdad gana es el que mejor lo pasa.
"El problema es que se cambian los valores que podemos inculcar".
Gabriel Romero"