Huevitos de Pascua y Resurrección
Cada año, cientos de niños esperan con ansias la llegada del Conejo de Pascua, pues la búsqueda de huevitos de chocolate y dulces es un verdadero tesoro infantil. Los más pequeños disfrutan de la sorpresa, pero ¿qué viene después? ¿Todo se reduce a la ocultar, buscar, encontrar y consumir un chocolate?
La Semana Santa es una fecha que todo el mundo cristiano recuerda y celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Cada uno de estos días los creyentes de todo el mundo, rememoran uno a uno los sucesos que marcaron la historia, siendo la Resurrección el que da más alegría al espíritu, pues constituye la materialización victoriosa de un imposible. Es posible vincular el sentido de esta celebración con el juego relativo a la búsqueda de obsequios de chocolate en que involucramos a nuestros pequeños.
Debemos permitirles entender que la búsqueda es una constante de vida, que tarde o temprano nos conduce a encontrar verdades que permiten alcanzar la satisfacción de encontrar lo perdido. Mostrarles que el esfuerzo y la perseverancia son necesarios para hallar cosas que no están a la mano y a primera vista parecen tareas inalcanzables.
Por otro lado, disfrutemos con ellos de la emoción que les provoca esta sorpresa, acompañémoslos como familia, otorguémosles un momento de vida que sirva como recuerdo agradable cuando estén en su etapa adulta; y por sobre todo hagamos de esta ocasión un momento donde se reúna a la familia y se estrechen lazos de amor, recordando el mayor acto de amor conocido en la humanidad, que Jesús haya muerto y resucitado por todos y cada uno de nosotros.