Inclusión en la sala de clases
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU) realizaron un estudio para evaluar el efecto par en escuelas de primera infancia con programas de inclusión, concluyendo que este efecto se encuentra en clases donde aprenden niños y niñas con capacidades diferentes.
Lo novedoso es que estudiantes con necesidades educativas especiales se benefician más de sus pares que poseen altas habilidades de lenguaje, que los estudiantes de capacidades típicas, y así también se ven más afectados al estar expuestos a ambientes de lenguaje empobrecido.
Sin embargo, los niños con habilidades típicas continúan mejorando a pesar de tener compañeros con menos habilidades. Los investigadores creen que cuando un niño juega junto a otro, e interactúan en la sala de clases, naturalmente se imitan, lo que los ayuda a desarrollar habilidades de lenguaje como: "tomar turnos en las conversaciones, comunicar sus necesidades y deseos y producir narraciones".
Estudios como estos muestran la importancia de considerar el cómo organizar a los niños en la sala de clases, de manera que sus oportunidades de aprender del otro sea maximizado. Por lo tanto, debe existir un esfuerzo en crear cursos con un balance razonable de estudiantes con diferentes habilidades. Cabe señalar, que estas evidencias son fundamentales a la hora de tomar decisiones en políticas públicas como, por ejemplo, una ley a la "no selección a los colegios".