Karen Loreto Retamal
En todo el tiempo que lleva trabajando como encargado de la cartelera en el Teatro Universidad de Concepción, Juan Carlos Soto aseguró que este remozamiento del inmueble es el más top de todos.
Butacas y piso nuevo, más la recuperación de cielo y el foso, forman parte de las reparaciones que sumaron una inversión de 300 millones de pesos en el teatro, el que esta tarde abre nuevamente sus puertas con uno de los dos conciertos previstos. El primero está a cargo de la Orquesta Sinfónica de la UdeC, y se podrá disfrutar gratis a las 19 horas.
El sábado, en tanto, a la misma hora, se efectuará otro exclusivo para autoridades regionales y académicos de la universidad.
"El cambio fue triste para mí, de ver cómo se estaba desmantelando. Cómo se iban las butacas, la historia, pero la posibilidad que me da a mí era que venían tiempos nuevos. Me siento feliz, porque estábamos en el pasado. Estábamos años atrasados, pero felizmente la universidad tomó una buena decisión y miró al futuro", agregó el hombre, quien trabaja hace 37 años en el lugar.
Lugar de encuentro
Lilian Quezada, gerente de la Corporación Cultural de la Universidad de Concepción explicó en qué consistió la renovación del Teatro. "Partimos por las butacas. Las del balcón las recuperamos y las repusimos para mantener esa cosa mística que tiene. El balcón es histórico en el teatro, por eso mantuvimos las butacas de madera, que son ergonométricas y bien bonitas. Mantuvimos las que pudimos mantener y recuperamos las que se podían. Las otras fueron cambiadas por otras de madera, que mantienen la línea estética", indicó.
También se cambiaron los pisos y las alfombras. Se recuperó el cielo y también la iluminación original. "Se renovó toda la iluminación de la sala. Se ve muy bonita. Se recuperaron los pisos del foso y el escenario. Además, del foyer, el hall de acceso y boletería con sistema digital", añadió.
Durante la reparación, llamó la atención que las butacas fueran regaladas. De hecho, Juan Carlos Soto se llevó un par para su hogar.
"Lo bueno es que las butacas quedaron con la gente. Muchas personas vinieron a buscar las butacas del teatro, las cuales regalaron. Vino harta gente. Yo me llevé un par para la casa. Tengo unas en el comedor y otras se las regalé a mi hijo. Una profesora de mi hijo quería unas, así que él se las regaló. Esas butacas tenían más de 100 años. Eran del Teatro Central antiguo. Nunca habían sido cambiadas", contó el trabajador.
"La gente firmaba una hoja e indicaba la cantidad que quería. Vinieron instituciones pequeñas y otros particulares", acotó Lilian Quezada.
Un lugar de todos
Más de 300 millones costó la inversión, la cual, para Lilian Quezada, no sólo es importante, sino que también es valiosa para la ciudad. "Es algo para todos, no es algo cerrado. El teatro es un lugar donde viene la gente a realizar actividades de distinta naturaleza. Es un bien de todos finalmente. Quién no ha disfrutado de un concierto, un espectáculo o una licenciatura del colegio", aportó.
"Es algo para todos, no es algo cerrado. El teatro es un lugar donde viene la gente a realizar diferentes actividades".
Lilian Quezada"