Juan Pablo Fariña López
Con los triunfos de los equipos de la parte alta, Naval saltó ayer a la cancha de El Morro obligado a vencer a Colchagua y cumplió frente a su gente, gracias al solitario gol del juvenil Diego Toro.
De entrada, los choreros buscaron generar peligro por las bandas y la primera clara la tuvieron a los 11' por un centro de Pablo Tapia. A pasos del arco rival Mario Salgado cabeceó el esférico, pero el meta Fernando Burgos a quemarropa evitó la conquista.
Ninguno de los dos elencos era el claro dominador del encuentro, pero los visitantes casi abrieron la cuenta en el 30' ayudados por un condoro de José Tiznado. El central perdió una pelota en la salida con el marfileño Franck Aholie, quien se fue solo contra el pórtico navalino. Cuando el público ya se tomaba la cabeza, el arquero Gustavo Merino estuvo atento en el achique y logró desviar el disparo del delantero africano.
En el arranque del complemento, el Cañoncito pegó de una mediante el volante sub 20 Diego Toro, quien a los 48' aprovechó el espacio que le regaló la defensa forastera y con un derechazo esquinado consiguió el 1-0, su segundo tanto en este torneo.
"De chico siempre quise jugar en Naval y se me cumplió ese sueño. Cuando me quedó la pelota hice la diagonal y solo pensé en pegarle al arco, ya que siempre entrenamos remates. Estoy contento por la victoria, ya que como grupos nos esforzamos mucho. Además parte de mi familia vino a apoyarme al estadio", expresó el crack de la jornada.
Con la ventaja en el marcador, el Ancla no sacó el pie del acelerador y pudo sentenciar las cosas en el 52' con un penal sobre Mario Salgado, pero al artillero le adivinaron su remate desde los pasos.
Durante el resto del partido, el elenco de la Herradura sólo se acercó mediante pelotas paradas, pero Naval firme en su retaguardia no se hizo problemas y se quedó con los tres puntos, que le permitieron mantenerse cuarto en la tabla con 34 puntos, a 7 del líder Santa Cruz.