Las vacaciones dan la posibilidad de recobrar energías para un nuevo ciclo. Sin embargo, los expertos recomiendan cuidar el sueño, de lo contrario costará retomar la rutina y tendremos la sensación de estar más cansados. Los niños son quienes más alteran sus horarios, por eso es recomendable que la última semana se retomen las rutinas de sueño para que el reingreso al colegio no sea tan brusco. Dormir es una de las funciones más importantes, pues se relaciona específicamente con el bienestar psicológico y físico de las personas. Dormir mal puede afectar las funciones relacionadas con el comportamiento y funciones cognitivas, pudiendo producir cansancio, irritabilidad, mal humor, dificultades en la atención, desconcentración e incluso bajo rendimiento académico o laboral. De ahí que se sugiere cumplir con 8 a 10 horas de sueño para los niños y para los adultos unas 7 u 8. Si usted es de los que no sabe cómo lograr este cambio paulatino, simple, comience poco a poco a levantarse 15 minutos más temprano, y de la misma forma, acostarse 15 minutos antes. Así hasta recuperar los espacios adecuados de sueño; termine de hacer actividad física y comidas dos horas antes de la hora de dormir, realizando idealmente actividades pasivas antes de acostarse; evite ver televisión o pantallas, cámbielas por lectura y a sus niños, hágalos ver el sueño como un momento para el descanso, no como un castigo.
Columna