Alfonso Levet G. - Gonzalo Cifuentes Uribe
Ingresar al predio de Agrochequén es descubrir un paraje desolador, luego de que resultara casi totalmente destruido producto del incendio que afecta a Florida. Colinas grises y copas de árboles quemados son la realidad actual. Cerca de 100 hectáreas de bosques resultaron quemados. Un 80% de ellos estaban a punto de ser cosechados, pero, en total, son 480 las hectáreas que terminaron destruidas tras el paso del fuego.
"El fuego partió en el sector sur de la comuna, después pasó a San Antonio, con el viento sur cruzó la Ruta 148, quemó el fundo de la forestal Arauco y finalmente llegó hasta Chequén, que resultó quemado en su totalidad", dijo Sergio Bobadilla, yerno de Carlos Crovetto, alma y motor de la agrícola.
En el fundo cultivan avena y maíz, raps, soya y, principalmente, trigo. "Afortunadamente, hace una semana habíamos terminado la cosecha", afirmó Bobadilla.
Pese a lo extenso del fundo, no hay seguros comprometidos, por lo que los esfuerzos se han concentrado en retomar el funcionamiento del gallinero, uno de los principales negocios de la empresa. Diez mil pollas resultaron quemadas junto con los dos galpones que las cobijaban, pero las gallinas ponedoras -cerca de 60 mil- lograron salvarse del paso del incendio.
Salir adelante
Los suministros eléctricos estaban suspendidos hasta el día de ayer, por lo que debieron trabajar por varios días con energía de un generador, con el que alimentaron las casas de los trabajadores que viven al interior del fundo y las obras de reposición de los gallineros, los que ya están funcionando a un 80% de su capacidad.
El agua también se potabiliza en el mismo predio y alimenta las casas de una quincena de personas que laboran en el campo y viven ahí mismo junto a sus familias. Aunque ha sido un trance muy grande tanto para los propietarios como para los trabajadores, un 90% de las viviendas ya están aptas nuevamente.
"Esto es algo inimaginable. Jamás había visto algo como esto. Ver dos kilómetros de extensión del fuego avanzando de sur a norte es impresionante", explicó Bobadilla, y aseguró que el empuje de la gente que trabaja ahí ha sido fundamental estos días.
"Hablar de Chequén es hablar de Carlos Crovetto y su sistema de cultivo Labranza Cero. Así como uno ve dañado al fundo, esto lo ha afectado mucho a él, pero su filosofía de trabajo, que ha hecho del fundo un ejemplo de trabajo, lo va a sacar adelante, junto con el empuje de su familia", destacó.