Mario Saavedra Ponss
Daniel Vera Araya, agricultor de 38 años, falleció tras quedar atrapado dentro de su casa, luego de que el inmueble se incendiara como consecuencia de un incendio forestal en un sector rural de Tomé. El trabajador, según confirmó la Policía de Investigaciones, habría estado durmiendo y fue el único integrante de la familia que no logró salir del domicilio, el cual era arrasado por el fuego que venía desde el bosque.
No pudo escapar
El fatídico acontecimiento se desencadenó alrededor de las cuatro de la mañana, en la localidad de Lloicura, ubicada en las cercanías se Rafael, según confirmó la gobernadora penquista Andrea Muñoz. De acuerdo a los primeros antecedentes, personal de Carabineros y de la PDI que hacían rondas para prestar apoyo a los vecinos, en el marco de la emergencia, fueron los primeros en constatar la emergencia.
El jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, comisario Jorge Abatte, señaló que "nos constituimos en el sitio del suceso por orden del Ministerio Público y nos encontramos con una persona fallecida y calcinada producto de los incendios imperantes en la zona. La víctima habría sido alcanzada por las llamas mientras otros integrantes de su familia sí lograron escapar. Él queda en el interior".
Según expresaron cercanos a la víctima, "él vivía acá en el sector y trabajaba harto el campo con su papá, ellos tenían viñedos, y a eso se dedicaba".
Daniel se transformó en la primera víctima a nivel regional de los incendios. Los residentes expresaron, además, que lo ocurrido da cuenta de lo que están viviendo en los sectores rurales de Tomé.
Teas el término de los peritajes, el cuerpo de David Vera fue trasladado hasta el Servicio Médico Legal de Concepción. En su retorno, el vehículo también debió enfrentar las dificultades que, durante toda la tarde dieron los focos de incendio entre los caminos rurales tomecinos.
Ayer, no sólo ardían los bosques en el camino a Lloicura, también lo hacían por el acceso a Rafael desde el Itata. Bomberos trabajaban con los pocos recursos que tenía para alejar las llamas de las casas.
38 años tenía Daniel Vera, quien trabajaba el campo junto a su papá en el sector de Lloicura.