Mamás mechonas y el regreso a estudiar: un momento para ellas
Según el sicólogo Giovanni Pastorini, hay que considerar en este proceso algunas ventajas y también desventajas.
Hace algunos años, Sigrid Alegría popularizó el término "mamá mechona". Aquella mujer que pasada cierta edad decide estudiar. Hoy, es una realidad que aumenta año a año, ya que no son pocas las mujeres que entran a las universidades o institutos a formarse en lo que siempre quisieron. Es que nunca es tarde para hacer lo que ellas quieren.
Su momento
Carmen Gloria Arroyo tiene 46 años y se alista para estudiar Servicio Social en la Universidad Santo Tomás. Según cuenta, estudió hace muchísimos años (más de 20) ingeniería comercial, hasta tercer año. Cuando iba a pasar a cuarto, tuvo a su primer hijo.
"A pesar de que me había matriculado, nunca volví a la universidad, porque me hice cargo de mi hijo, pensando que podía volver, pero por trabajo de mi marido, que lo trasladaban de lugar, no pude. Fue pasando el tiempo, llegaron mis niñitas y nunca retomé y no era mi vocación verdadera", cuenta.
Este año, sintió que ya era tiempo, ya que se dedica a realizar actividades sociales. "Tenía que estudiar y perfeccionarme en esto para poder ayudar a los demás", añade.
Sus hijos y marido están muy orgullosos y fascinados con este nuevo desafío de Carmen Gloria, quien siempre ha mostrado un lado social. Es parte de la directiva del colegio de sus hijas y realiza taekwondo y es presidenta de la academia en la que participa.
"Estoy nerviosa por partir. Pienso que hace tanto que dejé de estudiar que quizás estaré medio perdida al principio, pero no me va a costar nada. Ahora me iré a comprar los cuadernos y la mochila para ser la mamá mechona", dice entre risas Carmen Gloria, quien también esta expectante con el compartir con sus compañeros.
ahora es cuando
Por su parte, Adriana Charlín, a sus 55 años, cumplirá un anhelo que descubrió mientras tomaba clases de cocina. Fue ahí, donde notó que quería ser una profesional en el área, por lo que se inscribió en Gastronomía en la Universidad Santo Tomás.
"Uno no debe tener limitaciones para poder aprender algo nuevo", comenta. "Estoy en listado de espera de órgano de trasplante de riñón. Pensé por qué no hacerlo. Si me llega un órgano, porque tengo fe que así será, es una oportunidad de empezar de nuevo. Tengo la esperanza de vivir muchos años más, no hay límite de edad", agrega Adriana, quien tiene todo el apoyo de su hijo, quien la motivó a estudiar.
Igualmente, las bromas con cariño no se hacen esperar por su nuevo desafío: "Ahora me preguntan si voy a sacar pase escolar o de la tercera edad, les digo que el que salga primero jajajá", cuenta la futura chef, quien siente que estudiar la mantendrá con la cabeza en otro lado mientras espera la llegada de su trasplante.
ventajas y desventajas Estudiar cuando se tiene una familia formada y una edad mayor tiene sus ventajas y desventajas. Así lo explica el sicólogo de la UCSC, Giovanni Pastorini. Para las primeras, señala la mujer "tomará el proceso de aprendizaje de una manera más madura y seria, en donde lo importante no será faltar a clases, ir hacer vida social, copiar en la pruebas o salir de fiesta los fines de semana. Si no que aprender y vivenciar cada nuevo conocimiento al máximo".
De igual modo, si es la primera carrera cursada se recomienda idealmente estudiar algo que se relacione con su experiencia laboral acumulada desde que egreso del colegio o aquella área en la cual le apasione especializarse y siempre quiso estudiar.
"Será un experiencia totalmente nueva, que debe ser disfrutada al máximo. Le permitirá superar miedos y desconfianzas de sus propias habilidades. Conectarse con un público joven, que les transmitirá energía y aumentará sus redes de contacto. Mejorará su autoconcepto al ser visto por la familia como un luchador donde la edad no es un impedimento para ser mejor cada día", plantea.
Entre las desventajas están, indica, "las preocupaciones en torno al esposo, hijos y tramites del hogar puede hacernos más difícil la tarea del estudio. La invitación es a equilibrar las responsabilidades externas. Cambio de rutina. Por mucho tiempo estuvo acostumbrado a un ritmo, el cual será cambiado drásticamente. La idea es adaptarse a los nuevos hábitos y tomarlo como una oportunidad para aprender nuevas técnicas más eficaces de estudio. Es posible haber olvidado cómo se estudia, o no tener tan fresca las materia del colegio".
"Será un experiencia totalmente nueva, que debe ser disfrutada al máximo".
Giovanni Pastorini, sicólogo."