Manuel Muñoz González
No se va a olvidar tan rápido de su gol a Deportes Melipilla el zaguero Juan Pablo Vera, conseguido el pasado fin de semana.
Y cómo no, si fue en el último suspiro del partido, ante el puntero de la categoría y cuando el equipo jugaba con diez hombres.
"Me quedó ahí y le pegué con el alma. La había buscado en varias pelotas detenidas, pero esa última quedó ahí y lo único que pensé fue pegarle no más. Me tocó a mi gracias a Dios y pudo entrar", revive el zaguero de 29 años, nacido en Antofagasta, pero que ha hecho de Coronel su nueva tierra.
Fue su tercer gol en fila en el presente torneo de Segunda División, convirtiéndose de paso en el goleador de La Lamparita con tres tantos. "En los equipos que he estado siempre había marcado de cabeza, no lo había podido hacer acá, pero ahora pude convertir, aunque lo importante es que el equipo sume", añadió Vera.
A su faceta de goleador, se suma la de ser reconocido el símbolo de este equipo, el que siempre da la cuña cuando la cosa anda mal, y el que "pone el pecho a las balas" para tratar de sacar adelante la tarea. "Es gratificante saber que eres un aporte para el equipo, la gente me lo hace sentir, que soy uno de los jugadores emblema del equipo, uno de los más experimentados, pero lo que yo hago es tratar de rendir y ayudar. Cuando entro a la cancha trato de defender esta camiseta a muerte".
Y por lo mismo, dice agradecer esta responsabilidad. "Hay que asumir eso, con la experiencia, con lo que llevo jugando al fútbol, es una responsabilidad bastante grande, aportar con mi experiencia y a mis compañeros más jóvenes".
Histórico
Y si este último gol no será fácil de borrar, lo que no olvidará nunca es haber vivido una de las mayores alegrías defendiendo los colores de la Lamparita, el ascenso del 2006 a Primera, cuando apenas tenía 19 años.
"Eso fue un logro que queda para siempre. Estuve en las temporadas 2005, 2006 y 2007, y el 2006 conseguimos el ascenso. Soy el único de este plantel que ha conseguido algo importante, y después jugué en Primera con el equipo. Esa campaña del ascenso la jugué todo el año y fui titular. Incluso estuve en los dos partidos con Rangers, primero en Talca y luego en Coronel, cuando ganamos en los penales", recuerda.
Todo ello ha llevado a Juan Pablo ser el referente lotino por estos días, el mismo que espera seguir dándole alegrías a los hinchas mineros, las que han escaseado en estos últimos meses, y quien espera que el club se pueda salvar y no ser descendido a la Tercera División.
"Es lo que esperamos todos como plantel, ya asumió una nueva dirigencia, responsable y con ganas de tirar al club para arriba", afirmó.
Para la familia
Pese a nacer en Antofagasta y haber vivido en Quillota otros años, Juan Pablo Vera dice sentirse un coronelino más. "Ya me radiqué acá", afirma contento, feliz junto a su pareja, Evelyn, y a su regalón, Benjamín, de seis años. "Llevamos once años con Evelyn, un tiempo que esta pidiendo a gritos matrimonio", dice medio en broma. "Como familia estamos súper bien, feliz viviendo acá en la zona", agrega.