"Ser realista" es el secreto para superar un loco amor de verano
Claramente una relación que comienza en medio de las vacaciones podría transformarse en algo más duradero que sólo la época estival. Pero ojo con las expectativas, ya que pueden generar bastante frustración finalmente.
Tal como cantaba Andrés de León en los noventa, "Mi loco amor de verano" sigue siendo un clásico que automáticamente trae al recuerdo de muchas un nombre y un rostro en particular. Es que son varias las que han tenido una relación que partió con un simple viaje de vacaciones.
Daniela Salazar (40), es un ejemplo de ello. Comenta que una vez, estando lejos de casa, conoció a un joven con el que partió una relación que duró solamente el tiempo en que estuvo en aquel lugar.
"Tenía como veinte años cuando fui a la casa de una tía en el sur. Cerca de donde ella vivía había un negocio dónde atendía un joven súper guapo", cuenta. "Obviamente usé la típica de: 'Yo no soy de aquí, ¿Qué se puede hacer de entretenido?' Me dijo que se juntaban con unos amigos y que si quería podía ir".
"Una nota al tiro cuando hay onda, y así partió todo. Estuve como tres semanas ahí, nadie entendía por qué no me aburría de estar en la casa de mi tía", señala entre risas.
Aunque para Daniela, fue un poco complejo el tiempo después de esa relación. "Estaba grande ya, pero igual una se hace la ilusión de que el asunto va a funcionar para el resto del año y poco menos que era el amor de mi vida", sostiene.
Sin embargo, Daniela pudo superar esa frustración. "Con el tiempo uno va olvidando, pero me costó un poquito. Después no lo volví a ver, ni tampoco pregunté por él", asume.
En el caso de Paulina Hernández a sus 'veintisiempre' habla de un amor de verano que tuvo a los quince años. "Conocí a un chico en el campo. El único lugar donde nos podíamos ver era ahí, porque él venía de Santiago. Nos veíamos todos los años, pero a los 15 pinchamos por primera vez y anduvimos un tiempo corto", detalla.
"Obviamente fue triste cuando nos tuvimos que despedir, pero al otro veranos nos volvimos a encontrar y así estuvimos como tres veranos", asegura.
"Siempre quisimos tener algo más, pero la distancia lo impedía porque éramos chicos. Por eso ahora somos grandes amigos", indica.
Las expectativas
Jonathan Martínez, sicólogo clínico y académico de la Universidad de Las Américas, señala que es fundamental determinar cuáles son los límites de esta relación.
"Claramente un amor de verano puede transformarse en una relación duradera, pero hay que tener en cuenta que puede que funcione o no. Lo primero es tener claro que esas son las reglas de juego", explica el profesional.
Sobre las diferencias entre cómo lo toman hombres y mujeres, dice: "Los amores de verano, existen y ambos géneros lo toman de forma distinta. Los hombres, por sus características innatas, lo toman desde un tema más sexual. En las mujeres, en cambio, aparece la tendencia a hablar más de emociones y sentimientos. De alguna forma, ellas, desde mi experiencia clínica, aparecen un poco más ilusionadas respecto de tener algo más prolongado en el tiempo", establece.
Sin embargo, el profesional destacó que ha habido cambios de cómo se vive el amor a través del tiempo. "Las personas que son más jóvenes -menores de treinta años- ven el amor de forma distinta. Los preadolescentes, incluso, tanto hombres como mujeres, tienen un lenguaje común en definir que esto es 'por el rato'. Creo que las generaciones más antiguas son las que ven el amor de una forma más estable", comenta.
El realismo para Martínez es vital a la hora de decidir echar a andar una relación que durará por las vacaciones. "Puede que se trate de un extranjero y que es muy poco probable que la relación se prolongue, pero si es una persona de otra comuna es más probable", indica.
"Un amor de verano puede transformarse en una relación duradera, pero también puede que no funcione".
Jonathan Martínez, sicólogo"
Jonathan Martínez es sicólogo clínico. Profesor titular de Psicopatología y Psiquiatría de las Facultades de Salud y Ciencias Sociales de Universidad de Las Américas. Experto en Procesos Emocionales y Motivacionales y Medición del Comportamiento Humano.