Por Karen Loreto Retamal
A los 18 años, Paola comenzó a pololear con quien es hoy su ex y padre de su primer hijo. "Al mes de pololeo quedé embarazada. Lo amaba locamente. Por él dejé mi familia y mi ciudad para aventurarme en tener mi propia familia. Todo bonito hasta el maltrato sicológico, según él para que a mí me dieran ganas de salir adelante y crecer", cuenta.
Fueron cerca de cinco años los que estuvieron juntos. Ella sabía que no iban a ningún lado, pero le daba miedo dejarlo. "No quería retroceder, porque yo ya había salido de la casa de mis papás y para mí volver era retroceder", explica. Así recibió violencia económica: "Es como pasar por al frente de la vitrina y yo comentarle: 'Ohh que lindos los zapatos'. A lo que él respondía: '¿Te gustan? Trabaja y cómpratelos'".
Reflexiona que "si él no hubiese optado por irse, aún seguiríamos. Pero ahora salí adelante sola y no necesité de él. Tenía primero que pasarlo muy mal para darme cuenta que no lo necesitaba".
Rodolfo Alvarez Jara, director de la Escuela de Sicología de la Universidad Santo Tomás, explica que en las relaciones, hay que entender que las parejas se construyen, inicialmente, por proximidad física y atracción, y esto va cambiando, porque se van conociendo. "En este período se pasa por etapas en donde las emociones y afectos pueden ir mutando. Si las parejas no tienen constancia, esfuerzo, tolerancia a la frustración, capacidad de diálogo y negociación, van derecho al fracaso".
Agrega que una pareja deja de ser sana cuando una de las partes ya no se siente bien en la relación, esto no quiere decir que no tengan dificultades, sino más bien ella no está recibiendo lo que desea de una relación.
Para no estar sola
Muchas veces, en el amor se estira el chicle. Así lo vivió Natalia Fuentes. Cuenta que tuvo una relación en que, básicamente, "estás con el otro por no estar sola, aunque te haga mucho daño y que está llena de celos, inseguridades, faltas de respeto y agresividad. Donde ambos nos dábamos cuenta, pero no éramos capaces de terminar. Y todo a nuestro alrededor se empezó a desmoronar. Incluida nuestra relación con familia y amigos".
¿Cómo lo terminó? Se fijó en otra persona, dándose cuenta que ya no lo amaba.
"Supe que quería dar vuelta la página y salirme de ahí. Se podría decir que fue lo mejor, porque somos también amigos, independiente de todo lo que nos unía y quizás por eso mismo nos costaba terminar. Nos dimos cuenta de que no nos potenciábamos como pareja", relata.
Para el sicólogo, es posible darse cuenta que la relación no da para más cuando ya no te sientes cómoda en ella. Entonces, ¿es sano separarse? "Es sano sentirse bien y sentir que puedes ser feliz y proyectar eso en tu familia, sobre todo cuando existen hijos. "Si ese estado sólo se puede conseguir tras una separación, entonces es lo correcto", indica.
Tips
El especialista entregó algunos tips para saber si el que tiene al lado es para toda la vida: "Se comparten cosas y esto los une más, enfrentan los problemas más que evitarlos y siempre se esfuerzan a pesar de los resultados que no son necesariamente positivos o como se esperaba. La confianza es fundamental", dice.
Tampoco hay que cambiar al otro. Si se basa en eso, está mal. "Amar al otro es estar dispuesto, por él o ella, dejarlo ir".
"Si no tienen constancia, esfuerzo, tolerancia a la frustración y capacidad de diálogo van derecho al fracaso"
Rodolfo Álvarez, sicólogo."
Rodolfo Álvarez, sicólogo de la Universidad de Concepción y magíster en Educación Superior, Mención Educación Universitaria de la UCSC, es actualmente es el director de la escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás.
Experto
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