Freddy relató sus peores 17 horas como futbolista
El jugador lotino estuvo la noche del domingo detenido por Ley de Violencia en los Estadios.
Juan Pablo Fariña López
Como una experiencia que no le desea a nadie, calificó el lotino Freddy Barahona la noche que pasó detenido en la Segunda Comisaría de Talcahuano. Al jugador se le aplicó el domingo la Ley de Violencia en los Estadios por dañar una puerta del camarín visitante durante el clásico con Naval en el estadio El Morro.
El delantero minero salió libre la mañana de ayer, luego de pasar por el control de detención y ser formalizado en el Juzgado de Garantía local, donde quedó sin medida cautelar. Además, el organismo avaluó el daño de la puerta en 20 mil pesos y fijó una salida alternativa en enero.
"Palermito", como le dicen sus cercanos, habló con La Estrella sobre el duro episodio que vivió y afirmó que no esperaba un trato así.
"Estuve como 17 horas detenido y espero nunca más pasar por algo así. Tuve que dormir en el suelo, con delincuentes que me querían quitar las cosas. Parecía que hablaban en otro idioma y se jactaban de las cosas que robaban, quedé medio asustado y descansé re poco, además me tuvieron como cinco horas con las esposas apretadas", alegó el muchacho de 24 años, quien comparó su situación con hechos más graves ocurridos en una cancha.
"No creo que Sebastián Pol de Audax pasó tanto rato detenido por tratar de pegarle la patada al hincha. Son distintos los puntos de vista, pero creo que se les pasó la mano conmigo, me trataron como un delincuente cuando no lo soy, porque no he robado nada, ni lastimé a nadie", señaló.
Pese al mal rato, Barahona valoró la buena onda de los fanáticos carboníferos y del plantel lotino, quienes se preocuparon por su bienestar.
"Los chicos del equipo me llevaron cosas para comer y unas frazadas. Después pude ver los comentarios de los hinchas mineros en las redes sociales y me sentí muy apoyado por ellos. De la dirigencia no tengo idea. Todavía no nos pagan, pero ojalá el asunto se pueda resolver pronto de forma favorable", concluyó.
El incidente en el camarín
Sobre el hecho que le costó su detención, Barahona aclaró que "dentro de la calentura por mi expulsión me pillé la puerta cerrada del camarín. No esperé al utilero y traté de abrirla, pero como es algo endeble, pasé con todo al camarín. Sólo le pegué fuerte con el hombro. Todo fue muy rápido, no se si hice el agujero que me atribuyen, pero igual tengo que pagar la reparación de ésta".
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