La tecnología es un importante factor a considerar si se quiere mejorar la calidad de vida de las personas.
Esta condición fue detectada por el profesor de la Escuela de Negocios de Londres, Leonard Waverman, lo que posteriormente permitió la creación de una herramienta que se encarga de medir estos avances.
Esta herramienta se conoce cómo "Connectivity Scorecard", un instrumento que a través de varios indicadores mide el grado de avance de un país en las tecnologías, así como su uso en el crecimiento y cómo esto se traduce en beneficios para su población.
Sin embargo, las naciones deben internamente utilizar esta misma medición para establecer los avances de los ministerios, grandes y medianas empresas, universidades, colegios, hospitales, etc. y así identificar las fortalezas y debilidades de cada área para focalizar los crecimientos e impactar de buena forma la calidad de vida de todas las personas que interactúan en ellas.
Sin duda, esta medición debiera convertirse en un valor importante en las evaluaciones económicas futuras de las instituciones.
Columna